La historia cuenta que en la noche del 15 al 16 de septiembre de 1810,
el cura Miguel Hidalgo y Costilla, nombrado el Padre de la Patria,
inició el levantamiento armado para independizarse de España tras ser
avisado de que la conspiración que fraguaba en la ciudad de Querétaro
(centro del país) había sido descubierta.
Hidalgo dio el "Grito" reivindicativo en el pueblo de Dolores, en el
estado de Guanajuato, a unos 300 kilómetros al noroeste de la Ciudad de
México.
Sin embargo, los mexicanos lo celebran un día antes debido a una
"ocurrencia" del presidente Porfirio Díaz, quien ejerció el cargo en
nueve ocasiones, entre 1876 y 1911.
Díaz cumplía años el 15 de septiembre -nació en Oaxaca ese día pero de
1830- y para festejar el Centenario de la Independencia de México en
1910 decidió hacer coincidir en la misma jornada las dos celebraciones.
Pero esa es solo una de las anécdotas que rodean un relato incrustado en
el imaginario colectivo nacional y de múltiples interpretaciones.
El "Grito" tiene "una vigencia incluso más fuerte que la misma noción de
la conformación de la Independencia porque, en el fondo, nosotros nunca
celebramos la conclusión o realmente el establecimiento de la
independencia", explicó hoy a Efe la historiadora Juncia Avilés.
La catedrática de la estatal Universidad Autónoma de México (UNAM)
considera que la consumación de ese proceso histórico -el 27 de
septiembre de 1821- no se festeja "en gran media porque Agustín de
Iturbide acabó empañando su propia historia y acabó como un traidor".
Al inicio de las luchas independentistas el militar Iturbide combatió
contra los insurgentes del lado de los realistas pero luego pactó con
los primeros y presidió el primer Gobierno provisional de México, que se
transformó más tarde en un imperio, lo que acabó causando el
levantamiento en armas de sus aliados en la gesta emancipadora.
Además, Avilés cree que el Grito de Independencia no fue tal, sino una invocación a defender los ideales de la Nueva España.
"Estaban llamando a una movilización y la insurgencia pensaba que esa
era la posibilidad, el momento, de empezar a decidir por nosotros, que
era lo que se tenía que hacer y pensar en un país como tal", precisó.
En opinión de Octavio Contreras, maestro en Historia por la Universidad
Iberoamericana, "cuando uno habla del mito de la Independencia mucha
gente lo toma como mentira" pero lo que el suceso logra es "cohesionar,
integrar y demostrar cómo estaba naciendo México".
Lo cierto es que Hidalgo, en el balcón de la parroquia de Dolores desde
donde gritó, no portaba una bandera sino un estandarte de la Virgen de
Guadalupe.
"¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII y muera
el mal gobierno!", fueron sus arengas, recordó a Efe Contreras sobre
ese suceso histórico.
"Las ceremonias que se va a construir en el siglo XIX van a dar esta
lógica, el camino de cómo nos fuimos construyendo hasta llegar a ser lo
que somos hoy".
Hoy en día el "Grito" lo da el presidente a las 23.00 horas locales
(04.00 GMT del 16) desde el Zócalo de la capital mexicana, escena que se
repite con autoridades menores en la mayoría de la plazas públicas de
los 2.457 municipios del país.
"¡Mexicanos!, ¡Viva la Independencia Nacional!, ¡Vivan los héroes que
nos dieron Patria y Libertad!, ¡Viva Hidalgo!, ¡Viva Morelos!, ¡Viva
Allende!, ¡Viva la Corregidora!, ¡Viva Aldama!, ¡Viva Guerrero!", gritan
las autoridades.
Los asistentes responden al unísono "¡Viva!", al tiempo que agitan
banderas tricolores, y el gobernante de turno repite varias veces el
tradicional grito de "¡Viva México!", en un acto que se transmite por
radio y televisión, y que se cierra con fuegos artificiales y tañer de
campanas.
"Es importante un discurso integrador en donde se le ofrece algo a todos y todos reciben algo a cambio", subraya Contreras.
El "Grito" es el pretexto ideal para reuniones en familia o con amigos,
para lucir prendas con los colores verde, blanco y rojo, o comer los
clásicos tacos mexicanos, las tostadas, los pambazos, las enchiladas, de
mole y verdes, el guacamole o los chiles en nogada, considerado el
plato patriótico por excelencia.
Y como para los mexicanos un festejo no es tal si no tiene música las
canciones de mariachi o rancheras inundan el país, que se refresca con
aguas que tienen esencias de limón, horchata, jamaica y tamarindo, o
tequila, mezcal y pulque, los tres destilado del agave.
Mexicanos celebran el "Grito", un mito más fuerte que la propia independencia
Reviewed by Noticias del Noroeste
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lunes, septiembre 15, 2014
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