Se suicida niño que no le dejaron reyes

Un niño de diez años se ahorcó porque, supuestamente, sus padres no le compraron el juguete que quería con motivo al Día de los Santo Reyes.Y

euris Manuel Martínez Domínguez (El Titi), quien residía junto a sus padres y cinco hermanos, en el sector La Virgen, del municipio La Victoria, decidió quitarse la vida a eso de las 4:00 de la tarde del domingo, en una residencia en construcción a pocos metros de donde se encontraban su madre, abuela y otros miembros de su familia. 

De acuerdo a las versiones de la madre, el menor de edad le había pedido 300 pesos para comprar “un juguete que tenía muchos animalitos y un fourwill” pero que ésta le dijo que se esperara hasta recibir obsequios de un señor solo identificado como Gregorio. 

De igual forma, de auerdo a los padres y hemanos, él amaba tanto los animales, que quería que le regalaran una granja llena de vacas, caballos y cebras. 

Al notar que su hermano mayor, logró tener algo parecido a lo que él quería porque alguien se lo regaló, le pidió que le diera una imagen parecida a una cebra, pero este le dijo que no. Titi era un niño tranquilo, según fue definido en el sector, cuyos vecinos, al enterarse de lo sucedido, expresaron gran consternación. 

El menor cursaba el tercer grado de la primaria en la escuela básica de la localidad, aunque según su mejor amigo, éste no sabía leer, pero no esperaban que pudiera suicidarse. 

No quiso ir a la finca 

“Yo no voy pa’ la finca y no voy a ir más nunca pa’ alla”, fueron las últimas palabras pronunciadas por el fallecido, quien según cuentan sus familiares, cada día acompañaba a su tío a pastorear los animales en una propiedad cerca de la comunidad. 

No se informó de inmediato si la Policía ha iniciado una investigación en torno al caso para establecer si en realidad se trató de un suicidio. 

Sospechas de “abuso infantil o bullying” 

A este pequeño, según indican algunos de sus amiguitos de clase, dos de sus compañeros de aula constantemente le pegaban, lo maltrataban, le tiraban los cuadernos al piso y le decían cosas muy fuera de lugar. 

También “llama poderosamente la atención que un niño que amaba ir a la finca de buenas a primeras ya no quiera ir”, se cuestionan algunos lugareños. (Fuente: El Caribe)