El papa Francisco desata el entusiasmo en una Panamá volcada en la JMJ

Panamá (EFE)-. El papa Francisco llegó este miércoles a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y fue recibido por miles de personas, entre peregrinos de todo el mundo, que entusiastas tomaron las calles para saludarlo al paso de un veloz papamóvil.

Francisco arribó a bordo de un Airbus A330 de Alitalia que a las 16.15 hora local (21.15 GMT) tocó la pista de la nueva terminal dos (T2) del aeropuerto internacional de Tocumen, abierta de manera parcial para la JMJ, donde le recibió el presidente panameño, Juan Carlos Varela, y su esposa y primera dama, Lorena Castillo.

La inesperada y refrescante brisa matizó el sol que hasta ese momento había sido ignorado estoicamente por los periodistas destacados en la terminal aérea, y que de paso dejó al sumo pontífice sin su solideo, lo cual no fue impedimento para que desde las gradas donde había unas 2.000 personas se escuchara la exclamación. ¡"Esta es la juventud del papa"!.

Previo a su llegada se desplegó en la nueva terminal ampliada un férreo dispositivo de seguridad que se combinó con un ambiente festivo que era animado por la banda musical integrada por 150 niños de entre 7 y 15 años de edad.

La ceremonia de bienvenida fue breve y en ella Francisco conversó alegre con Varela y con obispos, saludó al público, y besó a dos bebés, uno de ellos que le alcanzó el presidente panameño.

Para llegar a la capital, Francisco recorrió casi 20 kilómetros en un modesto auto híbrido que se desplazó en caravana blindada sin problemas por vías totalmente despejadas como parte de un gran plan de seguridad que incluía dos helicópteros.

En el capitalino Hospital San Fernando abordó el papamóvil. Francisco saludó a miles de personas que gritaban su nombre, que agitaban banderas de sus respectivos países pues muchos eran peregrinos venidos para la JMJ, y que no perdieron el entusiasmo porque el vehículo papal se desplazaba rápidamente custodiado por agentes panameños que prácticamente corrían a su lado.

En el punto en el cual debía nuevamente tomar el auto blindado, Francisco lo que hizo fue saludar al público, recibir unos presentes y permanecer en el papamóvil, en el que terminó de llegar a la Nunciatura, donde se hospeda, tras cruzar una autopista y pasar frente a la capilla San Juan Pablo II.

Esa capilla fue levantada en el lugar donde en marzo de 1983 Juan Pablo II ofició una misa campal en su visita a Panamá, la única de un sumo pontífice al país hasta hoy con la llegada de Francisco.

Todo el evento de la llegada del papa y su recorrido por parte de la capital fue transmitido en directo en cadena nacional de televisión.

"En 1983 Panamá recibió la visita del Papa Juan Pablo II, a 36 años de esta histórica visita, recibimos con nuestra música, la alegría de los niños y la inmensa fe de nuestro pueblo al Papa Francisco", escribió Varela en su cuenta de Twitter.

La visita a Panamá, a donde llegó acompañado de 70 periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, entre ellos la enviada de EFE, es el viaje internacional número 26 de Francisco, que ha ido a 40 países en casi seis años de pontificado.

La agenda oficial del pontífice comenzará el jueves con la visita de cortesía a Varela en el palacio de Gobierno, un discurso ante las autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil en la sede de la Cancillería, una reunión con obispos de Centroamérica en una Iglesia, y el primer acto de la JMJ: la ceremonia de bienvenida en el "Campo Santa María la Antigua".

Los problemas de los jóvenes, especialmente los de Centroamérica con el drama de la migración y la violencia, pero también una mirada a la defensa de la ecología serán los temas a los que se referirá el papa durante la JMJ, que finalizará el próximo domingo y en la que pronunciará 10 discursos, entre ellos 3 homilías y un ángelus.

"Gracias Francisco por confiar y darnos la oportunidad de hacer una Jornada para la juventud de las periferias existenciales y geográficas", expresó el martes el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, en una misa de bienvenida a los peregrinos.