En El Dajao, la gente vive de "lavar la tierra". Ponchera en mano,
bajan hasta el río a rasgar su interior y enjuagar en sus aguas la
mezcla de tierra, piedra y arena que, a veces, les regala oro. El
mineral llega en diminutas cantidades que los residentes llaman
"líneas". En ocasiones, cuando al afluente le da por ser generoso, los
pequeños pedacitos pueden alcanzar tamaños de hasta 20 gramos
(equivalente a unas 100 líneas).
Encumbrada en la cima de la
montaña, como protegiendo la frontera entre las provincias Santiago
Rodríguez y Elías Piña, justo al lado de la loma Nalga de Maco, esta
comunidad del municipio Villa Los Almácigos, esconde su tesoro entre
precariedades. A más de 12 kilómetros del asfalto, a El Dajao no llegan
los cables que conducen la electricidad. Por tanto, las lavadoras,
neveras o licuadoras son todavía un lujo del que sólo se escucha hablar
entre las 88 familias que habitan el lugar. Cuando alguien se enferma,
sus familiares deben trasladarlo a La Piña, donde está el centro de
salud más cercano, y rezar para que no llueva y que el río,
engrandecido, no les impida el paso.
Algunos de los habitantes de
El Dajao combinan la búsqueda del oro con la agricultura y la crianza
de animales, pero la gran mayoría apuesta su plato del día a las
"líneas" que puedan conseguir, para luego venderlas por RD$150.00, casi
siempre al propietario del colmado que, previamente, les despacha a
crédito los ingredientes de la comida. Conscientes de la importancia del
oro para su subsistencia, los comunitarios se mantienen al asecho de
personas extrañas que visitan sus tierras y que, a veces, hasta les da
por quedarse por semanas.
Nadie les ha informado sobre las
intenciones de esa gente a las que llaman "americanos", pero todos
sospechan que quieren llevarse el oro.
"Hemos hablado del tema y
no estamos de acuerdo con que se lo lleven (el mineral). Aquí las madres
y padres de familias sobreviven buscando "poquitos" de oro en el río, y
si hay una explotación, no vamos a tener ningún beneficio. Si ellos se
lo llevan, nosotros no vamos a poder vivir", comenta Francisco
Fernández, un campesino de 39 años de edad que preside la Asociación de
Agricultores de El Dajao y que, además, se dedica a comprar oro, aunque
en ocasiones también hace de "lavador".
A Fernández lo secunda
Saturnino Durán, que a sus 78 años, advierte que "bajo ninguna
circunstancia" (y entre las circunstancias incluye el dinero) permitirá
que otros vengan a sacarle de sus tierras. "Yo no hago na' con dinero.
Yo hago ma' con un chin de tierra que con dinero", apunta.
El
Dajao queda incluido en una amplia zona de la región Noroeste y parte
del Sur, concesionada por la Dirección General de Minería (DGM) para
exploraciones que se centran sobre todo en el oro.
Entre los
mayores beneficiarios por Minería figura la empresa Unigold Resources,
de Canadá, que desarrolla el proyecto Neita, el cual abarca 22,613
hectáreas del municipio Restauración. Su área de influencia colinda con
otra de 13,150 hectáreas, otorgada a Alejandro Francisco Brito Pérez,
para el proyecto El Carrizal, según datos de Minería. Las tierras de El
Carrizal terminan justo donde empiezan otras 28,120 hectáreas que
conforman El Cerrazo, de Inversiones Mineras Aldajo, y que se ubican en
la frontera entre Dajabón y Santiago Rodríguez.
En la misma zona,
Minería registra El Guanal, fase 1, de 27,600 hectáreas, a nombre de
Inversiones Minerales Sabaneta, que limita con El Cerrazo. Otras
concesiones con extensiones de tierras más pequeñas terminan por cubrir
las partes altas del Noroeste, caracterizadas por zonas montañosas que
conforman la cuenca de varios ríos de importancia, incluyendo el Mao y
Guayubín, que proporcionan el agua al acueducto de la Línea Noroeste,
así como los que alimentan al río Artibonito, que aporta la mayor
cantidad del agua que se consume en Haití.
La importancia
acuífera de la zona, más la desertificación característica de esas
montañas en el lado haitiano, han llevado a las autoridades dominicanas
a diseñar un plan de manejo ambiental de toda el área. El del
municipio Restauración data de más de 45 años y cubre más del 90% de la
zona boscosa, según indica Eli Martínez, encargado del proyecto de
reforestación Sabana Clara.
En los planes de manejo se incluye a
los dueños de tierras del lugar que han formado la Asociación de
Productores de Bosque, con unos 200 miembros en la actualidad, y que
mantienen la vegetación en los 2,610 kilómetros cuadrados que tiene la
cuenca del Artibonito del lado dominicano. En Restauración nadie se
opone a la exploración del subsuelo para determinar el oro que esconde,
pero como los campesinos de El Dajao, dicen estar "mosca", ante
cualquier explotación.
"Estaremos en defensa del medio ambiente y
si es imprescindible (la minería) buscaríamos alternativas prudentes,
que no malogren las partes más significativas, como las fuentes
acuíferas que hay que preservar y que no podemos permitir que se
afecten", sostiene Pastor Contreras, alcalde del municipio.
Reconoce
las fuentes de empleo y posibilidades de desarrollo que podría traer
una empresa de explotación, y señala que desde ya, la Unigold tiene
trabajando a unas 30 personas de la comunidad. Sin embargo, se define
como un ambientalista que ha trabajado a favor de lo que hoy llaman
"Restauración Verde". Por tanto, asegura conocer las consecuencias
negativas que puede traer una destrucción del bosque.
Contreras,
igual que el presidente de la Asociación de Productores de Bosques,
Ángel Belliard, y el párroco de Loma de Cabrera, José Lucas Candelario,
coincide con otros lugareños que abogan para que, de haber explotación
minera, se haga con los métodos más modernos que existan en la
actualidad para que impacte lo menos posible. Cornelio Acosta,
coordinador del Programa Frontera Verde, lo mismo que el ingeniero
agroforestal Jovanny Delgado, técnico de producción del Ministerio de
Medio Ambiente en Restauración, también creen posible la convivencia
entre la actividad minera y la preservación del ecosistema. Pero abogan
por que, además de los impuestos municipales, ante una posible
explotación en la zona, se establezca un fondo especial para mitigación
de los efectos al medio ambiente.
Hasta el momento, la empresa
Unigold tiene, en la localidad de Jiménez, un campamento con sus
oficinas, donde estudia y almacena las muestras seleccionadas. Mientras,
en una montaña de Villa Anacaona, escondida tras un bosque de pinos,
una máquina succiona el subsuelo para extraer pedazos de rocas. Para
muchos, el ruido de la perforadora, anuncia desde ya cambios en la
conformación geográfica de la zona y en la vida económica de la región.
Montecristi
es la otra provincia del Noroeste donde se buscan minerales, aunque
nadie en el pueblo, tiene conocimiento de ello. Las empresas Alpha y
Omega Montecristi y Alpha y Omega Castañuelas fueron favorecidas en la
ciudad de El Morro desde el año 2009 con vigencia hasta el 2013. Al
preguntar sobre estas compañías y sus actividades, todos responden
sorprendidos. Incluso, la directora provincial de Medio Ambiente, Olga
Lobetty, dice desconocer dicha concesión y hasta extraño le parece. "Si
se da cualquier concesión en la zona, tiene que tener el permiso
ambiental".
Reconoce que en casos de grandes concesiones, los permisos
se tramitan por ventanilla única, desde la sede del Ministerio de Medio
Ambiente, pero explica que para otorgar esos permisos, una comisión va a
la provincia y se auxilia de los técnicos del lugar para investigar el
área y determinar si la exploración o explotación procede. Indica,
además, que siempre la dirección provincial firma los permisos, pero que
en este caso, nada de eso ha ocurrido. Los alcaldes Luis Méndez, de
Montecristi, y Moreno Arias, de Castañuelas, tampoco saben nada, ni de
las concesiones ni del tipo de mineral que interesa a los ejecutivos de
las empresas, tomando en cuenta que en esa zona existen cantidades
importantes de titanio.
Sorprendidos en Montecristi
Montecristi es la otra provincia del Noroeste donde se buscan minerales, aunque nadie en el pueblo, tiene conocimiento de ello. Las empresas Alpha y Omega Montecristi y Alpha y Omega Castañuelas fueron favorecidas en la ciudad de El Morro desde el año 2009 con vigencia hasta el 2013. Al preguntar sobre estas compañías y sus actividades, todos responden sorprendidos. Incluso, la directora provincial de Medio Ambiente, Olga Lobetty, dice desconocer dicha concesión y hasta extraño le parece. "Si se da cualquier concesión en la zona, tiene que tener el permiso ambiental". Reconoce que en casos de grandes concesiones, los permisos se tramitan por ventanilla única, desde la sede del Ministerio de Medio Ambiente, pero explica que para otorgar esos permisos, una comisión va a la provincia y se auxilia de los técnicos del lugar para investigar el área y determinar si la exploración o explotación procede. Indica, además, que siempre la dirección provincial firma los permisos, pero que en este caso, nada de eso ha ocurrido. Los alcaldes Luis Méndez, de Montecristi, y Moreno Arias, de Castañuelas, tampoco saben nada, ni de las concesiones ni del tipo de mineral que interesa a los ejecutivos de las empresas, tomando en cuenta que en esa zona existen cantidades importantes de titanio. (Fuente: Diario Libre)
Sorprendidos en Montecristi
Montecristi es la otra provincia del Noroeste donde se buscan minerales, aunque nadie en el pueblo, tiene conocimiento de ello. Las empresas Alpha y Omega Montecristi y Alpha y Omega Castañuelas fueron favorecidas en la ciudad de El Morro desde el año 2009 con vigencia hasta el 2013. Al preguntar sobre estas compañías y sus actividades, todos responden sorprendidos. Incluso, la directora provincial de Medio Ambiente, Olga Lobetty, dice desconocer dicha concesión y hasta extraño le parece. "Si se da cualquier concesión en la zona, tiene que tener el permiso ambiental". Reconoce que en casos de grandes concesiones, los permisos se tramitan por ventanilla única, desde la sede del Ministerio de Medio Ambiente, pero explica que para otorgar esos permisos, una comisión va a la provincia y se auxilia de los técnicos del lugar para investigar el área y determinar si la exploración o explotación procede. Indica, además, que siempre la dirección provincial firma los permisos, pero que en este caso, nada de eso ha ocurrido. Los alcaldes Luis Méndez, de Montecristi, y Moreno Arias, de Castañuelas, tampoco saben nada, ni de las concesiones ni del tipo de mineral que interesa a los ejecutivos de las empresas, tomando en cuenta que en esa zona existen cantidades importantes de titanio. (Fuente: Diario Libre)
En el Noroeste desconfían de concesiones mineras
Reviewed by Noticias del Noroeste
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jueves, mayo 31, 2012
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