Nadie los reclama. Pasan frío, hambre, duermen a la intemperie, sufren
burlas por parte de gente que no los comprende y son vulnerables al
abuso. Hay quienes son reconocidos por los ciudadanos que los ven a
diario en puntos importantes de la ciudad donde siempre están.
No tienen quien los bañe, quien los cambie de ropa ni mucho menos quien les dé sus medicinas.
Esta es la realidad de los enfermos mentales que solo tienen el cielo como techo en República Dominicana.
Mientras, quienes cuentan con la “dicha” de vivir en un hogar y con una
familia que pueda suplirles algunas necesidades, como alimentación,
ropa, cariño, comprensión y medicina, si cuentan con los recursos
económicos y pueden pagar los servicios médicos de un siquiatra, pueden
vivir un poco mejor .
Sin embargo, no todos los que tienen problemas mentales que viven en un
hogar pueden ser atendidos por sus familiares, muchos no reciben la
medicación ni la asistencia médica que necesitan. Ello se debe a la
situación económica de la familia y a la desprotección del Estado hacia
estas personas.
En ese sentido, ¿qué puede hacer una familia de escasos recursos con un
enfermo mental en su hogar? Sería un acto inhumano echarlo a la calle,
dejar que pase frío, hambre, y sea víctima de la delincuencia y abusos
que a diario se ven en el país.
Sin embargo, hay enfermos mentales que son incontrolables porque no
reciben la atención médica que necesitan, no quieren estar en un hogar y
si la familia no sabe cómo tratarlos se podría convertir en una amenaza
para quienes les rodean.
La poca inversión en políticas firmes a favor de los enfermos mentales y
las familias que deben convivir con ellos es una problemática que
afecta a la sociedad y una realidad triste, pero sin dolientes, que pone
en peligro la estabilidad emocional de todos los miembros del hogar, y
en algunas ocasiones, hasta cobra vidas.
Un caso reciente fue el de Altagracia Benítez, de 71 años de edad,
quien fue víctima de su propio hijo, Eduardo Benítez de 44 años, de
quien la familia dice no saben lo que tienen. Solo veían a su madre
echarle unas gotas en las comidas que este iba a ingerir.
Eduardo
habría asesinado a su madre con un arma blanca que compró ese mismo día
en que el quitó la vida, el sábado 10 del mes en curso.
Sus vecinos lo llaman “El Loco” que siempre andaba con una caja para
limpiar zapatos y que “no se metía con nadie del barrio, solo peleaba
con la gente de su casa”.
“Desde pequeño le daban unos temblores. No sé de qué hayan sido. Mi mamá
lo llevó al médico unas cuantas veces, pero nunca nos dijo cuál era su
problema”, expresó inconsolablemente, María Benítez, hija de la
víctima.
Para María, la situación es más dolorosa porque ella estaba haciendo las
diligencias para que su madre fuera ingresada al Asilo de Ancianos San
Francisco de Asís, en el kilómetro 12 de la avenida Independencia, unos
días antes de perder la vida en manos de su propio hijo.
“Iba a llevarla al asilo porque ya estaba en cama y no podía vivir con
mi hermano porque él no la cuidaba y era agresivo con todos. Y, como
trabajo y no tenía tiempo para cuidarla todo el día, pensé que allí
estaría mejor y bajo buenas atenciones, las cuales necesitaba porque
ella era hipertensa”, relata la hija con gran tristeza.
El caso de la familia de María es uno de los ejemplos de la falta
atención y ayuda que reciben los enfermos mentales y sus familiares. La
situación de pobreza que lleva al desconocimiento de que hay que tener
un enfermo en el hogar que necesita una atención diferente y ser
comprendido.
Y, como su caso, hay muchos hogares que viven esta situación pero el
tema de salud mental se trata poco en el país, muchos ni hablan de ello
por vergüenza.
“En las familias de escasos recursos el tema de la salud mental es un
problema grave, porque muchos no entienden que su familiar está enfermo y
necesita ayuda, pero no solo eso, el Estado no asume su responsabilidad
con estas personas, incumpliendo con ello con la ley 12-06, sobre Salud
Mental”, expresa el siquiatra Vicente Vargas.
Un enfermo mental no debe ser una amenaza ni una carga para nadie, si es
tratado por un médico y recibe su medicación puede llevar una vida
normal, trabajar y ser un ente social útil si la enfermedad que padece
puede ser controlada, según destaca el especialista.
Vargas
critica que al sector salud en el país se le dedica muy pocos recursos,
sin tomarse en cuenta que este unos de los más importantes y por el que
hay que preocuparse más.
Por ello es que sobre el tema de salud mental la ciudadanía no está bien
educada y no toman consciencia de la magnitud que esta tiene.
El especialista, quien fue director de la Sociedad Dominicana de
Psiquiatría y actualmente es Secretario Regional de la Asociación
Psiquiátrica de América Latina, sostiene que para las familias pobres es
difícil pasar por esta situación, ya que un tratamiento siquiátrico
cuesta hasta 12 mil pesos al mes, mientras que las aseguradoras, algunas
no tienen cobertura para enfermedades mentales, y solo cubren 3,000
pesos en medicinas al año.
Calificó de preocupante que en el país no existan departamentos en los hospitales donde puedan ser atendidos estos enfermos.
“El Estado debe crear hospitales de Día y Noche, como funcionan en
Canadá, donde los enfermos reciben alimentación y asistencia médica, y
los que solo quieren estar en la calle son supervisados por unidades
móviles que procuran que estos no duerman sin estar abrigados, los
medican y le cambian de ropa”, sugiere Vargas.
Datos
La despreocupación que existe en el país por los enfermos mentales puede convertirse en un gran problema, si no se toma en cuenta que, según Vargas, en 2020 será muy alta la cifra de personas que sufran depresión y trastornos mentales, un factor que en el país no se está tomando en cuenta a las hora de diseñar políticas públicas en este sentido.
La despreocupación que existe en el país por los enfermos mentales puede convertirse en un gran problema, si no se toma en cuenta que, según Vargas, en 2020 será muy alta la cifra de personas que sufran depresión y trastornos mentales, un factor que en el país no se está tomando en cuenta a las hora de diseñar políticas públicas en este sentido.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente cuatro
de cada cinco personas que necesitan atención por trastornos mentales,
neurológicos y por uso de sustancias en los países con ingresos bajos y
medios-bajos no la reciben.
La OMS señala que los trastornos mentales, neurológicos y por abuso de
sustancias son prevalentes en todas las regiones del mundo y son
importantes factores que contribuyen a la morbilidad y a la mortalidad
prematura. El 14% de la carga mundial de morbilidad puede atribuirse a
estos trastornos.
(Fuente: listindiario.com)
Enfermos mentales, los más desamparados en República Dominicana
Reviewed by Noticias del Noroeste
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martes, febrero 24, 2015
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