En un discurso en el que resaltó las iniciativas en salud y educación el presidente Leonel Fernández aseguró este domingo que debido a la inversión social de su administración en los últimos seis años, la pobreza en el país se redujo de 43.4% a 33.2%.
“Desde el 2004 al 2010, la pobreza ha disminuido en 10 puntos porcentuales en el país, al bajar de 43.4% en el 2004 a 33.2% en abril del 2010, beneficiando a más de 700 mil dominicanos y dominicanas que hoy generan los recursos necesarios para tener una vida decente”.
Aunque organismos como el Programa Nacional de Naciones Unidas para el Desarrollo ha destacado una disociación entre crecimiento económico y desarrollo social en el país, Fernández se valió de declaraciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para asegurar que República Dominicana ha avanzado.
“En el reciente informe sobre el Panorama Social de América Latina 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció que la República Dominicana ha sido uno de los países de la región que en el contexto de la reciente crisis financiera económica y financiera internacional ha logrado reducir los niveles de pobreza e indigencia en la población”, dijo el mandatario ante el Congreso Nacional.
A continuación el texto del discurso respecto a la pobreza:
En razón de la estabilidad económica sostenida durante el año pasado, el crecimiento alcanzado, la relativa estabilidad de cambio, las bajas tasas de interés a los préstamos bancarios y el control de la inflación, el país logró avanzar en las metas planteadas por el Gobierno en torno a la generación de empleos; el combate a la pobreza; el aumento de la inversión en educación, salud, seguridad social y protección social.
En el reciente informe sobre el Panorama Social de América Latina 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció que la República Dominicana ha sido uno de los países de la región que en el contexto de la reciente crisis financiera económica y financiera internacional ha logrado reducir los niveles de pobreza e indigencia en la población.
De manera textual, la CEPAL lo expresó así:
Actualmente se dispone de información que permite evaluar la evolución de la pobreza y la indigencia entre 2008 y 2009 en nueve países. De ellos, seis presentaron una clara disminución de la pobreza entre un año y otro. La República Dominicana y el Uruguay redujeron la tasa de pobreza en más de tres puntos porcentuales, mientras que el Brasil, Panamá, el Paraguay y el Perú registraron disminución de entre 0.9 y 2.2 puntos porcentuales.
más adelante, agrega:
En 2009, la tasa de indigencia cayó de manera significativa en Colombia, Panamá, el Perú, la República Dominicana y el Uruguay, y registró un leve descenso en el Brasil y el Paraguay.
Como puede apreciarse, es un organismo de Naciones Unidas, especializado en los temas económicos de América Latina, no el Gobierno, el que afirma que en los últimos años en nuestro país ha habido una clara disminución de la pobreza y una significativa caída de la indigencia.
Desde el 2004 al 2010, la pobreza ha disminuido en 10 puntos porcentuales en el país, al bajar de 43.4% en el 2004 a 33.2% en abril del 2010, beneficiando a más de 700 mil dominicanos y dominicanas que hoy generan los recursos necesarios para tener una vida decente.
De esos, 550 mil salieron de la indigencia o pobreza extrema, por lo cual durante ese mismo período la pobreza extrema se redujo en 7.1 puntos porcentuales.
Las razones por las cuales se obtienen estos resultados, aún en medio de la más grande crisis económica que haya conocido el mundo en los últimos 80 años, se debe, fundamentalmente, a un incremento sostenido de la inversión en el área social, que sólo en materia de salud, seguridad social y educación, alcanzó el año pasado a 93 mil millones de pesos, cifra sin precedentes.
Eso representó 4.9% del PIB, un aumento de 2% con respecto al año 2004.
Mas aún, conforme a los resultados de la última Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo, durante el año 2010 se crearon 160 mil 208 nuevos empleos.
Eso motivó que la tasa de desocupación cayese a 14.1%, un nivel similar al registrado al inicio de la actual crisis financiera global en el 2008.
El crecimiento económico registrado durante los últimos seis años, del 2004 a la fecha, ha contribuido a generar más de 580 mil nuevos puestos de trabajo en la República Dominicana.
Ahora bien, estamos concientes que no sólo se trata de disponer de un puesto de trabajo, sino, al mismo tiempo, de un salario decente.
Como fue el 30 de junio del año 2009 que se refrendó la tarifa del salario mínimo para los trabajadores del sector privado, y las leyes laborales disponen que la tarifa de salario mínimo será revisada de oficio por el Comité Nacional de Salarios por lo menos una vez cada dos años, estoy dando instrucciones al señor Ministro de Trabajo para que se convoque de inmediato a los representantes de los empleadores y de las organizaciones sindicales, a los fines de que con tiempo suficiente se pueda decidir un incremento del salario mínimo de ley a favor de los trabajadores dominicanos.
Durante el 2010, el sector salud, por su parte, estuvo orientado al aumento del número de centros de primer nivel de atención, con lo cual, actualmente, contamos con 1 mil 413 centros y 1 mil 114 unidades de atención primaria.
Hemos instalado 38 nuevos centros de diagnóstico e incrementado el número de centros especializados de atención en salud.
Durante el año pasado, terminamos la construcción del Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, en la Ciudad de la Salud; el Hospital de Cenoví; el Hospital de Cevicos; el Hospital Rodolfo de la Cruz Lora; el Hospital de Pimentel; el Centro de Diagnóstico de La Romana; y las unidades de Perinatología de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y de Imágenes, Infectología y Laboratorio del Hospital Robert Reid Cabral.
Hemos avanzado en la prevención y control de problemas prioritarios de salud colectiva, como la tuberculosis, el dengue, la leptospirosis, la transmisión del VIH, la malaria, la difteria, la tos ferina y el tétanos.
Desempeñamos un rol activo en el tratamiento de las víctimas del terremoto de Haití, trasladando pacientes en estado crítico desde Puerto Príncipe a los centros de salud de la frontera y hacia hospitales especializados de Santiago y de la Capital.
La ciudad de Jimaní, a 30 minutos de la capital haitiana, fue convertida en la Ciudad de la Solidaridad en la que se atendían, en forma digna, a las oleadas de afectados por el siniestro fenómeno de la naturaleza.
Desde el pasado mes de octubre, tan pronto recibimos la información de parte de las autoridades haitianas de la ocurrencia de casos de cólera en su territorio, activamos el Plan Nacional de Contingencia para contener la expansión de la referida epidemia.
Con la puesta en ejecución de ese plan, en el que se han involucrado decenas de miles de personas y se ha contado con el apoyo de organismos internacionales, como la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), se activó la vigilancia de la pandemia en suelo nacional, llegándose a controlar de manera efectiva el número de personas contagiadas.
Al referirse sobre este particular, el Dr. Thomas R. Frieden, Director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en carta dirigida a nuestro Ministro de Salud Pública, Dr. Bauta Rojas Gómez, decía:
“Es de admirar la magnitud de los esfuerzos en materia de salud pública emprendidos por el Ministerio de Salud Pública. Se debe resaltar la creación de instalaciones para el tratamiento del cólera, la excelente campaña de comunicación pública y la implementación de la vigilancia epidemiológica y de laboratorios, que se han realizado en los últimos meses. Estos esfuerzos sirven de gran ejemplo en la región, así como para otros países afectados por el cólera.”
En estos momentos, nos mantenemos en permanente estado de alerta, a los fines de atacar de manera rápida cualquier brote que pudiese presentarse.
Naturalmente, para ser enteramente eficaz en el control del cólera, es de vital importancia disponer de un adecuado sistema de suministro de agua potable a la población.
Al finalizar el 2010, el índice de potabilidad general del agua suministrada desde todas las instalaciones públicas alcanzó el 94.4%.
Eso significa que por primera vez en toda la historia, el agua que llega a la población desde las redes de abastecimiento público cumple con las normas internacionales de calidad para consumo humano que fijan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS).
El año pasado, concluimos la construcción del Acueducto Múltiple de Samaná, el cual era un reclamo de muchos años de esa región del país. Terminamos el Acueducto Múltiple Las Guáranas; el de Castillo-Los Cafés; el de Bonao; el de Fantino y el de Cevicos.
Pero, de igual manera, concluimos el Acueducto Múltiple de San Juan de la Maguana; el de La Colonia, en San Cristóbal; el de Las Yayas; y el de San Rafael del Yuma, así como varias plantas de tratamiento de aguas residuales en distintas partes del país.
En lo que se refiere a la Seguridad Social, al finalizar el año 2010, el régimen contributivo, financiado por los trabajadores y los empleadores contaba con 2 millones 400 mil afiliados; y el subsidiado, que protege a los pobres desocupados, financiado con recursos del presupuesto nacional, tenía 2 millones de afiliados.
Estas cifras implican que 4 millones 400 mil dominicanos reciben los beneficios del Seguro Familiar de Salud, lo que representa el 44.6% de la población dominicana.
Hace tan sólo seis años, el número de afiliados sólo alcanzaba a 45 mil personas, para una magra representación del 7% de la población nacional.
¡Cuán profundamente ha cambiado esa situación, en tan poco tiempo, para beneficio del pueblo dominicano!
En el año que acaba de transcurrir, 822 mil hogares se beneficiaron de los programas de Solidaridad, como son, entre otros: Comer es Primero, Incentivo a la Asistencia Escolar, Suplemento Alimenticio a los Envejecientes, Incentivo a la Educación Superior, Bonogás y Bonoluz.
Esto representó un monto de 9 mil 500 millones de pesos invertidos a favor de los pobres de la República Dominicana.
“Desde el 2004 al 2010, la pobreza ha disminuido en 10 puntos porcentuales en el país, al bajar de 43.4% en el 2004 a 33.2% en abril del 2010, beneficiando a más de 700 mil dominicanos y dominicanas que hoy generan los recursos necesarios para tener una vida decente”.
Aunque organismos como el Programa Nacional de Naciones Unidas para el Desarrollo ha destacado una disociación entre crecimiento económico y desarrollo social en el país, Fernández se valió de declaraciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para asegurar que República Dominicana ha avanzado.
“En el reciente informe sobre el Panorama Social de América Latina 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció que la República Dominicana ha sido uno de los países de la región que en el contexto de la reciente crisis financiera económica y financiera internacional ha logrado reducir los niveles de pobreza e indigencia en la población”, dijo el mandatario ante el Congreso Nacional.
A continuación el texto del discurso respecto a la pobreza:
En razón de la estabilidad económica sostenida durante el año pasado, el crecimiento alcanzado, la relativa estabilidad de cambio, las bajas tasas de interés a los préstamos bancarios y el control de la inflación, el país logró avanzar en las metas planteadas por el Gobierno en torno a la generación de empleos; el combate a la pobreza; el aumento de la inversión en educación, salud, seguridad social y protección social.
En el reciente informe sobre el Panorama Social de América Latina 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció que la República Dominicana ha sido uno de los países de la región que en el contexto de la reciente crisis financiera económica y financiera internacional ha logrado reducir los niveles de pobreza e indigencia en la población.
De manera textual, la CEPAL lo expresó así:
Actualmente se dispone de información que permite evaluar la evolución de la pobreza y la indigencia entre 2008 y 2009 en nueve países. De ellos, seis presentaron una clara disminución de la pobreza entre un año y otro. La República Dominicana y el Uruguay redujeron la tasa de pobreza en más de tres puntos porcentuales, mientras que el Brasil, Panamá, el Paraguay y el Perú registraron disminución de entre 0.9 y 2.2 puntos porcentuales.
más adelante, agrega:
En 2009, la tasa de indigencia cayó de manera significativa en Colombia, Panamá, el Perú, la República Dominicana y el Uruguay, y registró un leve descenso en el Brasil y el Paraguay.
Como puede apreciarse, es un organismo de Naciones Unidas, especializado en los temas económicos de América Latina, no el Gobierno, el que afirma que en los últimos años en nuestro país ha habido una clara disminución de la pobreza y una significativa caída de la indigencia.
Desde el 2004 al 2010, la pobreza ha disminuido en 10 puntos porcentuales en el país, al bajar de 43.4% en el 2004 a 33.2% en abril del 2010, beneficiando a más de 700 mil dominicanos y dominicanas que hoy generan los recursos necesarios para tener una vida decente.
De esos, 550 mil salieron de la indigencia o pobreza extrema, por lo cual durante ese mismo período la pobreza extrema se redujo en 7.1 puntos porcentuales.
Las razones por las cuales se obtienen estos resultados, aún en medio de la más grande crisis económica que haya conocido el mundo en los últimos 80 años, se debe, fundamentalmente, a un incremento sostenido de la inversión en el área social, que sólo en materia de salud, seguridad social y educación, alcanzó el año pasado a 93 mil millones de pesos, cifra sin precedentes.
Eso representó 4.9% del PIB, un aumento de 2% con respecto al año 2004.
Mas aún, conforme a los resultados de la última Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo, durante el año 2010 se crearon 160 mil 208 nuevos empleos.
Eso motivó que la tasa de desocupación cayese a 14.1%, un nivel similar al registrado al inicio de la actual crisis financiera global en el 2008.
El crecimiento económico registrado durante los últimos seis años, del 2004 a la fecha, ha contribuido a generar más de 580 mil nuevos puestos de trabajo en la República Dominicana.
Ahora bien, estamos concientes que no sólo se trata de disponer de un puesto de trabajo, sino, al mismo tiempo, de un salario decente.
Como fue el 30 de junio del año 2009 que se refrendó la tarifa del salario mínimo para los trabajadores del sector privado, y las leyes laborales disponen que la tarifa de salario mínimo será revisada de oficio por el Comité Nacional de Salarios por lo menos una vez cada dos años, estoy dando instrucciones al señor Ministro de Trabajo para que se convoque de inmediato a los representantes de los empleadores y de las organizaciones sindicales, a los fines de que con tiempo suficiente se pueda decidir un incremento del salario mínimo de ley a favor de los trabajadores dominicanos.
Durante el 2010, el sector salud, por su parte, estuvo orientado al aumento del número de centros de primer nivel de atención, con lo cual, actualmente, contamos con 1 mil 413 centros y 1 mil 114 unidades de atención primaria.
Hemos instalado 38 nuevos centros de diagnóstico e incrementado el número de centros especializados de atención en salud.
Durante el año pasado, terminamos la construcción del Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, en la Ciudad de la Salud; el Hospital de Cenoví; el Hospital de Cevicos; el Hospital Rodolfo de la Cruz Lora; el Hospital de Pimentel; el Centro de Diagnóstico de La Romana; y las unidades de Perinatología de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y de Imágenes, Infectología y Laboratorio del Hospital Robert Reid Cabral.
Hemos avanzado en la prevención y control de problemas prioritarios de salud colectiva, como la tuberculosis, el dengue, la leptospirosis, la transmisión del VIH, la malaria, la difteria, la tos ferina y el tétanos.
Desempeñamos un rol activo en el tratamiento de las víctimas del terremoto de Haití, trasladando pacientes en estado crítico desde Puerto Príncipe a los centros de salud de la frontera y hacia hospitales especializados de Santiago y de la Capital.
La ciudad de Jimaní, a 30 minutos de la capital haitiana, fue convertida en la Ciudad de la Solidaridad en la que se atendían, en forma digna, a las oleadas de afectados por el siniestro fenómeno de la naturaleza.
Desde el pasado mes de octubre, tan pronto recibimos la información de parte de las autoridades haitianas de la ocurrencia de casos de cólera en su territorio, activamos el Plan Nacional de Contingencia para contener la expansión de la referida epidemia.
Con la puesta en ejecución de ese plan, en el que se han involucrado decenas de miles de personas y se ha contado con el apoyo de organismos internacionales, como la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), se activó la vigilancia de la pandemia en suelo nacional, llegándose a controlar de manera efectiva el número de personas contagiadas.
Al referirse sobre este particular, el Dr. Thomas R. Frieden, Director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en carta dirigida a nuestro Ministro de Salud Pública, Dr. Bauta Rojas Gómez, decía:
“Es de admirar la magnitud de los esfuerzos en materia de salud pública emprendidos por el Ministerio de Salud Pública. Se debe resaltar la creación de instalaciones para el tratamiento del cólera, la excelente campaña de comunicación pública y la implementación de la vigilancia epidemiológica y de laboratorios, que se han realizado en los últimos meses. Estos esfuerzos sirven de gran ejemplo en la región, así como para otros países afectados por el cólera.”
En estos momentos, nos mantenemos en permanente estado de alerta, a los fines de atacar de manera rápida cualquier brote que pudiese presentarse.
Naturalmente, para ser enteramente eficaz en el control del cólera, es de vital importancia disponer de un adecuado sistema de suministro de agua potable a la población.
Al finalizar el 2010, el índice de potabilidad general del agua suministrada desde todas las instalaciones públicas alcanzó el 94.4%.
Eso significa que por primera vez en toda la historia, el agua que llega a la población desde las redes de abastecimiento público cumple con las normas internacionales de calidad para consumo humano que fijan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS).
El año pasado, concluimos la construcción del Acueducto Múltiple de Samaná, el cual era un reclamo de muchos años de esa región del país. Terminamos el Acueducto Múltiple Las Guáranas; el de Castillo-Los Cafés; el de Bonao; el de Fantino y el de Cevicos.
Pero, de igual manera, concluimos el Acueducto Múltiple de San Juan de la Maguana; el de La Colonia, en San Cristóbal; el de Las Yayas; y el de San Rafael del Yuma, así como varias plantas de tratamiento de aguas residuales en distintas partes del país.
En lo que se refiere a la Seguridad Social, al finalizar el año 2010, el régimen contributivo, financiado por los trabajadores y los empleadores contaba con 2 millones 400 mil afiliados; y el subsidiado, que protege a los pobres desocupados, financiado con recursos del presupuesto nacional, tenía 2 millones de afiliados.
Estas cifras implican que 4 millones 400 mil dominicanos reciben los beneficios del Seguro Familiar de Salud, lo que representa el 44.6% de la población dominicana.
Hace tan sólo seis años, el número de afiliados sólo alcanzaba a 45 mil personas, para una magra representación del 7% de la población nacional.
¡Cuán profundamente ha cambiado esa situación, en tan poco tiempo, para beneficio del pueblo dominicano!
En el año que acaba de transcurrir, 822 mil hogares se beneficiaron de los programas de Solidaridad, como son, entre otros: Comer es Primero, Incentivo a la Asistencia Escolar, Suplemento Alimenticio a los Envejecientes, Incentivo a la Educación Superior, Bonogás y Bonoluz.
Esto representó un monto de 9 mil 500 millones de pesos invertidos a favor de los pobres de la República Dominicana.
Fernández: redujimos la pobreza en 10 puntos porcentuales
Reviewed by Noticias del Noroeste
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domingo, febrero 27, 2011
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