Puerto Plata-. La ruta de la celebración ha comenzado. Luis Vargas despachó en Puerto Plata el primero de 12 conciertos por sus 25 años en la música, un montaje que hace gala no sólo de uno de los repertorios musicales más prolíferos que tiene el ritmo del amargue sino de una producción espectacular.
“El Rey Supremo de la Bachata” supo aprovechar la propuesta del talentoso productor Chiqui Adad para lucírsela en escena en el Polideportivo Gregorio Luperón de Puerto Plata. Como ya lo había prometido el artista: “No es subir sólo a cantar, queremos hacer algo que no es común en cuanto a la forma de hacer un espectáculo artístico de bachata”. Y así fue.
Con una selección de sus más conocidas canciones, una impresionante escenografía, que tomaba como elemento principal la guitarra; acertado juego de luces, buen sonido, pirotecnia, bailarines que dieron cátedra en cada coreografía, pantallas gigantes y una exquisita banda dirigida por el maestro Jochy Sánchez el popular bachatero cautivó a cientos de fanáticos que se dieron cita la noche del pasado sábado en el techado deportivo de la Novia del Atlántico.
El espectáculo inició a las 10:40 de la noche con un opening a cargo de un grupo de excelentes bailarines, y a seguidas la presentadora Brenda Sánchez salió a escena para mostrar un video que repasaba la trayectoria de Luis Vargas.
Vestido impecablemente de amarillo, con una corona y una túnica alusiva a su mote de “Rey Supremo”, Vargas salió con su guitarra en mano y de inmediato comenzó a despachar sus mejores temas.
“El Debate” dio inicio a la descarga de éxitos, acompañado por tres músicos a cargo de la maraca, el bongó de manos y la segunda guitarra. Luego con la orquesta completa (hizo alarde de los aportes instrumentales que dio al género, como ser el pionero en tocar el bongó con palillos en vez de las manos, guitarra eléctrica, batería electrónica y la güira en la bachata). Le siguieron “Esa mujer”, “Loco de amor”, “Lo sé” y “Yo mismo”, entre otros éxitos que pusieron a bailar y a corear a los presentes, en una noche cargada de espectacularidad y entrega.
Padre e hijo hacen su show en escena
Una de las sorpresas de la noche fue cuando Luis Vargas invitó a su hijo Luisito a mostrar sus dotes en el baile con movimientos sensuales de cintura.
“La mesa del rincón” y “Salí de mi pueblo” contagiaron antes de que el artista hiciera una breve pausa para regresar vestido de blanco y con más energía, acompañado por un coro de voces y la violinista Ivanova. “El dolor”, Bella idiota”, “Inolvidable”, “Como a las 10” y “Traficante de ilusiones” aportaron nuevos sonidos en una noche para la historia de la bachata.
El final se acercaba cuando Luis Vargas llamó nuevamente a su hijo, pero en esta oportunidad para cantar a dúo “Así es el amor”. “Tenía 14 años cuando me dijo: papi escribí una canción para ti”, relató el bachatero como preámbulo.
“Ojalá que no puedas” y “Ceniza fría” establecían el final musical del guión preparado por Aidita Selman. “Apáguenme todas las cámaras, ya no me graven que ahora voy a hacer algunos temas de malas palabras”, dijo el artista luego de llamar a escena a todos los que participaron en el montaje, donde se anunció la fecha del próximo concierto.
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