Caracas (Agencias)-. La pugna entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro por el poder Ejecutivo en Venezuela avanzó ayer cuando el primero sumó el reconocimiento de una veintena de países europeos, mientras el segundo hizo valer su dominio de las instituciones al asegurar que no aceptará el ingreso de ayuda humanitaria.
“A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta ayuda humanitaria (…) no somos mendigos de nadie”, dijo Maduro en otro acto con militares en el estado de Aragua (norte), que fue transmitido por el canal estatal VTV.
Indicó que el país puede salir de sus problemas con el esfuerzo y con el trabajo e instó a rechazar el “show malo y barato” de la oposición, que liderada por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó -quien se adjudicó las competencias del Ejecutivo como presidente encargado- impulsa la ayuda humanitaria junto a otros países.
Según Maduro, la oposición a la que llamó “oligarquía”, necesita “ayuda mental para ver si algún día tienen un poco dignidad y se le plantan a quienes desde el norte nos tratan y nos maltratan con órdenes y contraórdenes”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) pidió a las autoridades permitir el ingreso de la ayuda humanitaria “como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”.
Los jerarcas católicos aseguraron en un comunicado que en todas las comunidades del país se vive “una dolorosa situación de injusticia y sufrimiento por la carencia de lo necesario para una vida digna y productiva, y la indefensión ante la justicia”.
La CEV dice que los venezolanos están en la “búsqueda de un cambio político a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que lleve a elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho”.
Este planteamiento es una suerte de respaldo al hecho por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, que no reconoce la legitimidad del segundo mandato de Maduro por haber obtenido su reelección en unos comicios tachados de fraudulentos.
Guaidó volvió a pedir a los militares que permitan el ingreso de alimentos y medicinas por las fronteras del país y denunció tener información sobre algunos miembros del Alto Mando militar que evalúan la posibilidad de robar estos productos.
El jefe del Parlamento expresó también un “profundo agradecimiento” al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y al “pueblo español” por reconocerle.
Compromiso de no considerar la opción militar
La reunión de emergencia del Grupo de Lima terminó en Ottawa con el compromiso de sus integrantes de no considerar la opción militar para forzar la salida de Maduro y con una petición a otros países para que aumenten la presión económica sobre su Gobierno. En su declaración final tras seis horas de reuniones, el Grupo de Lima dijo que reitera “su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de fuerza”.
“A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta ayuda humanitaria (…) no somos mendigos de nadie”, dijo Maduro en otro acto con militares en el estado de Aragua (norte), que fue transmitido por el canal estatal VTV.
Indicó que el país puede salir de sus problemas con el esfuerzo y con el trabajo e instó a rechazar el “show malo y barato” de la oposición, que liderada por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó -quien se adjudicó las competencias del Ejecutivo como presidente encargado- impulsa la ayuda humanitaria junto a otros países.
Según Maduro, la oposición a la que llamó “oligarquía”, necesita “ayuda mental para ver si algún día tienen un poco dignidad y se le plantan a quienes desde el norte nos tratan y nos maltratan con órdenes y contraórdenes”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) pidió a las autoridades permitir el ingreso de la ayuda humanitaria “como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”.
Los jerarcas católicos aseguraron en un comunicado que en todas las comunidades del país se vive “una dolorosa situación de injusticia y sufrimiento por la carencia de lo necesario para una vida digna y productiva, y la indefensión ante la justicia”.
La CEV dice que los venezolanos están en la “búsqueda de un cambio político a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que lleve a elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho”.
Este planteamiento es una suerte de respaldo al hecho por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, que no reconoce la legitimidad del segundo mandato de Maduro por haber obtenido su reelección en unos comicios tachados de fraudulentos.
Guaidó volvió a pedir a los militares que permitan el ingreso de alimentos y medicinas por las fronteras del país y denunció tener información sobre algunos miembros del Alto Mando militar que evalúan la posibilidad de robar estos productos.
El jefe del Parlamento expresó también un “profundo agradecimiento” al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y al “pueblo español” por reconocerle.
Compromiso de no considerar la opción militar
La reunión de emergencia del Grupo de Lima terminó en Ottawa con el compromiso de sus integrantes de no considerar la opción militar para forzar la salida de Maduro y con una petición a otros países para que aumenten la presión económica sobre su Gobierno. En su declaración final tras seis horas de reuniones, el Grupo de Lima dijo que reitera “su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de fuerza”.
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