Nairobi (EFE)-. El brote de ébola que afecta actualmente al noroeste de República Democrática del Congo (RDC) podría saltar a países cercanos como República del Congo o República Centroafricana, advirtió hoy la directora para África de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), Fatoumata Nafo-Traoré.
En una entrevista con Efe en la sede de la FICR en Nairobi tras regresar de un viaje a la zona afectada , Nafo-Traoré explicó que, aunque todavía no puede medirse, "el riesgo está ahí".
Según la directora, también están bajo amenaza las cuatro regiones limítrofes con la afectada, Ecuador, entre las que se incluye la de la capital, Kinshasa, cuya área urbana alberga a más de 12 millones de habitantes.
De hecho, reveló la médica maliense, en la República Centroafricana ya se han reportado casos sospechosos de ébola, aunque finalmente han resultado negativos.
"Tenemos que estar muy atentos a todos los puertos de entrada de los países y las ciudades cercanas", indicó a Efe Nafo-Traoré.
El personal de la FICR en los dos países citados tiene órdenes de "estar preparado" para una hipotética llegada del ébola, y el de las otras siete naciones fronterizas con la RDC (segundo país más grande de África y undécimo del mundo), de no bajar la guardia ante la situación actual.
Hasta el martes, se han registrado 28 casos confirmados, con 14 muertes, cifras que, al incluir los probables y sospechosos, se elevan a 66 casos y 28 fallecimientos, según los últimos datos oficiales publicados hoy por el Ministerio de Sanidad de la RDC.
Los principales problemas que enfrentan las casi 300 personas desplegadas por la FICR en la zona afectada son la ausencia de infraestructuras -el epicentro del brote solo es accesible por helicóptero- o las barreras culturales con una población "que no está bien informada".
Por ejemplo, algunas comunidades locales no entienden por qué los voluntarios de la Cruz Roja tienen que hacerse cargo de los cadáveres; otros se niegan a dejar atrás costumbres que favorecen el contagio de ébola como el contacto directo con animales transmisores como los murciélagos de la fruta o algunas especies de primates, que en ocasiones suponen parte de su dieta habitual.
Este es el primero de los nueve brotes de ébola registrados en la RDC que afecta a la provincia de Ecuador, la cual cuenta con conexión fluvial tanto con Kinshasa, como con República del Congo y República Centroafricana.
La prioridad para la FICR es controlar la propagación y la transmisión del virus del ébola, para lo que ha desarrollado un plan de seis meses que contempla barreras "seguras y dignas" para la población local, con la que los voluntarios congoleños consensúan algunas de las medidas.
En las provincias incluidas en este plan, cualquier habitante puede acudir de forma gratuita a los servicios médicos si sospecha que puede haberse contagiado de ébola o haber estado en contacto con algún afectado.
Otro de los puntos destacados del programa de la FICR es el apoyo psicosocial y financiero para los afectados, que en muchas ocasiones son "estigmatizados".
Las campañas de concienciación de esta institución han alcanzado ya a 70.000 personas, y el objetivo es llegar a unas 400.000, prácticamente la mitad de la población de las áreas afectadas (unas 794.000 en total).
En términos de personal, cada día unos 50 doctores y enfermeros reciben entrenamiento relacionado con el ébola.
La financiación necesaria para atajar esta crisis, indicó Nafo-Traoré, ha pasado de 1,6 millones de francos suizos (1,6 millones de dólares, 1,4 millones de euros) a 8 millones (8,1 millones de dólares, 6,9 millones de euros).
La experta en sanidad reiteró que "la batalla contra el ébola en la RDC no ha terminado", y recordó que "estamos en una fase crítica en la que o ganamos o perdemos", ya que la cadena de transmisión no se ha cortado aún, por lo que "en cualquier momento puede reavivarse la aparición de nuevos casos".
"Hay mucho que hacer -insistió- antes de que podamos cantar victoria".
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, puede tener una tasa de mortalidad del 90 %.
Hasta ahora, 2.633 personas han sido vacunadas con un tratamiento experimental -ya utilizado durante la epidemia de ébola en Guinea- en el marco de una campaña gratuita y voluntaria, según confirmó hoy el Ministerio de Sanidad congoleño.
La epidemia de ébola de Guinea, Sierra Leona y Liberia -declarada en marzo 2014 y activa hasta enero de 2016- es la peor de ese tipo conocida hasta la fecha, con más de 28.500 casos y unas 11.300 muertes, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En una entrevista con Efe en la sede de la FICR en Nairobi tras regresar de un viaje a la zona afectada , Nafo-Traoré explicó que, aunque todavía no puede medirse, "el riesgo está ahí".
Según la directora, también están bajo amenaza las cuatro regiones limítrofes con la afectada, Ecuador, entre las que se incluye la de la capital, Kinshasa, cuya área urbana alberga a más de 12 millones de habitantes.
De hecho, reveló la médica maliense, en la República Centroafricana ya se han reportado casos sospechosos de ébola, aunque finalmente han resultado negativos.
"Tenemos que estar muy atentos a todos los puertos de entrada de los países y las ciudades cercanas", indicó a Efe Nafo-Traoré.
El personal de la FICR en los dos países citados tiene órdenes de "estar preparado" para una hipotética llegada del ébola, y el de las otras siete naciones fronterizas con la RDC (segundo país más grande de África y undécimo del mundo), de no bajar la guardia ante la situación actual.
Hasta el martes, se han registrado 28 casos confirmados, con 14 muertes, cifras que, al incluir los probables y sospechosos, se elevan a 66 casos y 28 fallecimientos, según los últimos datos oficiales publicados hoy por el Ministerio de Sanidad de la RDC.
Los principales problemas que enfrentan las casi 300 personas desplegadas por la FICR en la zona afectada son la ausencia de infraestructuras -el epicentro del brote solo es accesible por helicóptero- o las barreras culturales con una población "que no está bien informada".
Por ejemplo, algunas comunidades locales no entienden por qué los voluntarios de la Cruz Roja tienen que hacerse cargo de los cadáveres; otros se niegan a dejar atrás costumbres que favorecen el contagio de ébola como el contacto directo con animales transmisores como los murciélagos de la fruta o algunas especies de primates, que en ocasiones suponen parte de su dieta habitual.
Este es el primero de los nueve brotes de ébola registrados en la RDC que afecta a la provincia de Ecuador, la cual cuenta con conexión fluvial tanto con Kinshasa, como con República del Congo y República Centroafricana.
La prioridad para la FICR es controlar la propagación y la transmisión del virus del ébola, para lo que ha desarrollado un plan de seis meses que contempla barreras "seguras y dignas" para la población local, con la que los voluntarios congoleños consensúan algunas de las medidas.
En las provincias incluidas en este plan, cualquier habitante puede acudir de forma gratuita a los servicios médicos si sospecha que puede haberse contagiado de ébola o haber estado en contacto con algún afectado.
Otro de los puntos destacados del programa de la FICR es el apoyo psicosocial y financiero para los afectados, que en muchas ocasiones son "estigmatizados".
Las campañas de concienciación de esta institución han alcanzado ya a 70.000 personas, y el objetivo es llegar a unas 400.000, prácticamente la mitad de la población de las áreas afectadas (unas 794.000 en total).
En términos de personal, cada día unos 50 doctores y enfermeros reciben entrenamiento relacionado con el ébola.
La financiación necesaria para atajar esta crisis, indicó Nafo-Traoré, ha pasado de 1,6 millones de francos suizos (1,6 millones de dólares, 1,4 millones de euros) a 8 millones (8,1 millones de dólares, 6,9 millones de euros).
La experta en sanidad reiteró que "la batalla contra el ébola en la RDC no ha terminado", y recordó que "estamos en una fase crítica en la que o ganamos o perdemos", ya que la cadena de transmisión no se ha cortado aún, por lo que "en cualquier momento puede reavivarse la aparición de nuevos casos".
"Hay mucho que hacer -insistió- antes de que podamos cantar victoria".
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, puede tener una tasa de mortalidad del 90 %.
Hasta ahora, 2.633 personas han sido vacunadas con un tratamiento experimental -ya utilizado durante la epidemia de ébola en Guinea- en el marco de una campaña gratuita y voluntaria, según confirmó hoy el Ministerio de Sanidad congoleño.
La epidemia de ébola de Guinea, Sierra Leona y Liberia -declarada en marzo 2014 y activa hasta enero de 2016- es la peor de ese tipo conocida hasta la fecha, con más de 28.500 casos y unas 11.300 muertes, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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