Escuintla (AFP)-. El volcán de Fuego en Guatemala, que hace tres días desató su furia en una erupción que dejó al menos 99 muertos y 192 desaparecidos, sigue sin dar tregua a las comunidades del sur del país con nuevas explosiones y deslaves.
El Instituto de Vulcanología (Insivumeh) advirtió ayer miércoles que las lluvias en la zona del volcán podrían provocar avalanchas debido a la gran cantidad de material que emanó el domingo durante la potente erupción.
Un informe del organismo indica que los flujos volcánicos pueden transportar “material fino similar al cemento, rocas hasta de 1 metro de diámetro y troncos de árboles”.
“La actividad continúa y no se descarta la posibilidad que se dé un nuevo descenso de flujos piroclásticos en las próximas horas o días, por lo que se recomienda no permanecer cerca de la zona de afectación”, agrega.
El volcán registra explosiones débiles, en un rango de 4 a 5 por hora, que generan una columna gris de ceniza a 4,700 metros de altura.
El pasado domingo, el volcán hizo la erupción más fuerte en los últimas cuatro décadas, que cobró la vida de 75 personas mientras que 192 están desaparecidas, tras desatar una avalancha de material volcánico que sepultó a comunidades del poblado sureño de Escuintla.
También dejó 44 personas heridas y 12,089 evacuadas, de las cuales 3,319 fueron llevadas a albergues, según un balance divulgado este miércoles por la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), a cargo de la protección civil.
A pesar de la condiciones adversas, cientos de rescatistas, policías y militares ingresaron a la llamada “zona 0” para reanudar las tareas de búsqueda de desaparecidos.
Una nueva erupción del coloso, de 3,763 metros de altura y situado 35 km al suroeste de la capital, obligó la tarde del martes a suspender las labores de rescate de víctimas y siete comunidades de Escuintla fueron evacuadas.
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IMPASE PARA LA AYUDA INTERNACIONAL
Varios países como Estados Unidos, Chile, México, Venezuela y el grupo de países donantes conocido como G13, han ofrecido ayuda humanitaria ante la tragedia, pero la asistencia permanece en el limbo porque las autoridades guatemaltecas no la han pedido formalmente. El G13 está integrado por Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Suecia, Suiza, Francia, la Unión Europea así como el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Estados Americanos y el sistema de la ONU en Guatemala.
El Instituto de Vulcanología (Insivumeh) advirtió ayer miércoles que las lluvias en la zona del volcán podrían provocar avalanchas debido a la gran cantidad de material que emanó el domingo durante la potente erupción.
Un informe del organismo indica que los flujos volcánicos pueden transportar “material fino similar al cemento, rocas hasta de 1 metro de diámetro y troncos de árboles”.
“La actividad continúa y no se descarta la posibilidad que se dé un nuevo descenso de flujos piroclásticos en las próximas horas o días, por lo que se recomienda no permanecer cerca de la zona de afectación”, agrega.
El volcán registra explosiones débiles, en un rango de 4 a 5 por hora, que generan una columna gris de ceniza a 4,700 metros de altura.
El pasado domingo, el volcán hizo la erupción más fuerte en los últimas cuatro décadas, que cobró la vida de 75 personas mientras que 192 están desaparecidas, tras desatar una avalancha de material volcánico que sepultó a comunidades del poblado sureño de Escuintla.
También dejó 44 personas heridas y 12,089 evacuadas, de las cuales 3,319 fueron llevadas a albergues, según un balance divulgado este miércoles por la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), a cargo de la protección civil.
A pesar de la condiciones adversas, cientos de rescatistas, policías y militares ingresaron a la llamada “zona 0” para reanudar las tareas de búsqueda de desaparecidos.
Una nueva erupción del coloso, de 3,763 metros de altura y situado 35 km al suroeste de la capital, obligó la tarde del martes a suspender las labores de rescate de víctimas y siete comunidades de Escuintla fueron evacuadas.
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IMPASE PARA LA AYUDA INTERNACIONAL
Varios países como Estados Unidos, Chile, México, Venezuela y el grupo de países donantes conocido como G13, han ofrecido ayuda humanitaria ante la tragedia, pero la asistencia permanece en el limbo porque las autoridades guatemaltecas no la han pedido formalmente. El G13 está integrado por Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Suecia, Suiza, Francia, la Unión Europea así como el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Estados Americanos y el sistema de la ONU en Guatemala.
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