CARACAS, Venezuela (AP) — La escasez de dólares en
Venezuela no ha afectado las finanzas familiares de Jeni Suárez, una
humilde ama de casa de 51 años, pero su salud se ha deteriorado porque
desde octubre padece de fuertes dolores de espalda y problemas
digestivos.
Ha esperado durante tres meses para que le den una cita para hacerle
una colonoscopía, pero el día del examen, en el hospital público José
María Vargas, le dijeron que debería esperar por "tiempo indefinido"
porque los equipos médicos no funcionan por la falta de repuestos
importados debido a una merma, gota a gota, propiciada por el gobierno,
único oferente de la divisa.
"Yo ahorita tengo un dolor y yo no sé qué pueda hacer", dijo
desconsolada Suárez, sentada sobre un pequeño muro de uno de los
jardines del hospital al norte de la capital.
Otros hospitales públicos importantes de la capital suspendieron
desde hace meses la toma de radiografías y tomografías y algunas
clínicas privadas tampoco entregan radiografías ni mamografías pues
ahora utilizan imágenes grabadas en un disco compacto, según constató
The Associated Press en un recorrido realizado por varios centros de
atención.
Al igual que los hospitales, decenas de empresas de sectores clave
como las industrias manufacturera, alimentaria o farmacéutica padecen
los controles monetarios que les impiden obtener los dólares necesarios
para importar materias primas, insumos o repuestos importados. Las
firmas venezolanas deben vender su mercadería a precios que no toman en
cuenta la inflación del 22%, la más alta de América Latina. El propio
gobierno reconoce que los controles no funcionan, pero toda su atención
está concentrada en los comicios del 14 de abril para elegir al sucesor
del difunto presidente Hugo Chávez.
El gobierno entró en un letargo tras la victoria electoral de octubre
y el deterioro de la salud de Hugo Chávez. El letargo se ahondó con la
muerte del mandatario y ha comenzado a cobrar la factura a un país que
recibió en 93.569 millones de dólares en exportaciones petroleras que se
han diluido, como un espejismo, en pago de importaciones de alimentos y
una rampante corrupción privada y pública.
Según el último informe de la organización Transparencia
Internacional, que mide la percepción de los gobiernos en la materia,
Venezuela está entre los países cuyos ciudadanos están convencidos de
que tanto el sector público como el privado están involucrados en actos
de corrupción. El país petrolero ocupó el puesto 165 de 174 y comparte
la vecindad de países como Chad, Etiopía, Irak o Afganistán.
En los últimos ocho años, las importaciones han crecido 248%, lo que
ha deteriorado a la industria nacional, pues entre finales de 2002 y
comienzos de 2003 la oposición hizo un paro que amenazó el
desabastecimiento local de alimentos e insumos. Chávez respondió
impulsando las importaciones masivas para reducir su dependencia del
sector privado, adversario del caudillo.
Con los productos importados, el gobierno suplió los mercados
populares a precios subsidiados en un esfuerzo por combatir la
inflación.
Las posibilidades de que el país salga en el corto plazo de este
atolladero, agravado por un estricto control de precios de los
alimentos, son remotas, dijeron varios analistas consultados por The
Associated Press. Incluso, algunas compañías financieras internacional
cambiaron sus estimados del país hace poco y dicen que Venezuela
padecerá una fuerte contracción económica en 2013 tras registrar un
crecimiento de 5,6% en 2012.
El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes,
descartó esta semana que el gobierno vaya a afrontar dificultad alguna
para atender los requerimientos de divisas y dijo a The Associated Press
que a pesar de los recientes ajustes cambiarios el gobierno mantiene
una meta de crecimiento de 6% para 2013.
Algunas salas, pequeñas y viejas, no tienen suficiente capacidad para
recibir el caudal de pobres que acuden a las consultas y es común ver
áreas repletas de pacientes, personas en camillas en corredores, con
muletas sentadas en el piso pues los hospitales no lograron crecer a la
misma velocidad que creció la población que los visita.
La devaluación de la moneda, que realizó el gobierno para atender un
fuerte déficit fiscal que se generó en parte por un creciente gasto
público que saltó en más de 20% en 2012, sumado a un repunte de la
inflación, que se estima de 30% para este año, desatará fuertes
presiones sobre las clases populares.
Sin embargo, el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani,
dice que la política económica de los últimos 14 años de gobierno
chavista se ha orientado a beneficiar a los más pobres echando mano de
los altos ingresos petroleros y dijo que en esos años se invirtieron
unos 500.000 millones de dólares en políticas sociales.
Giordani dice que la política de control de cambios ha servido para
evitar la especulación con la moneda y la fuga de capitales. De no haber
control de cambios, dijo, "imagínate tú lo que hubiera pasado con
nuestras reservas, que se las hubieran llevado".
No obstante, los cálculos de la compañía financiera Barclays estiman
que durante la década que ha estado en vigencia del control de cambios
la salida de capital alcanzó 150.000 millones de dólares por efecto de
las emisiones de bonos en dólares que ha hecho el gobierno y la
sobrefacturación de importaciones de los empresarios que obliga al
gobierno a darles más dólares que lo que importó.
La directora ejecutiva de la Asociación Venezolana de Distribuidores
de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorio y Afines, Anerlin
Guerra, dice que la situación del sector es crítica porque la escasez de
dólares los estranguló al punto que tuvieron que endeudarse en unos 300
millones de dólares.
Como aún no tienen forma de comprar dólares, los empresarios se
retrasaron en los pagos de las deudas y los proveedores internacionales
les suspendieron, desde noviembre, los suministros de bienes e insumos
para entidades que manejan equipos de rayos X, tomografías, resonancias
magnéticas y ultrasonido.
"En cuanto a insumos y material consumible en todo lo que es
catéteres, material de traumatología, hay una merma importante", dijo
Guerra. "Los tubos de ensayo para recolección de sangre al vacío no hay.
Bolsas de colostomía (usadas tras cirugías de extracción de parte del
intestino grueso) no hay. Papel para electrocardiograma no hay. Placas
radiográficas no hay".
En un intento por poner dólares en circulación, el gobierno de Maduro
creó un mecanismo de subasta de divisas a empresas privadas que
anteriormente obtenían los dólares a través de un sistema de adquisición
de bonos en moneda extranjera que fue eliminado el mes pasado. La
eliminación del sistema se hizo de forma simultánea a una devaluación.
Antes, un dólar se compraba en 4,30 bolívares; ahora hay que pagar 6,30
bolívares.
Alejandro Grisanti, de Barclays Capital, no cree que la subasta vaya a
solucionar el problema. "La política de control de cambio es una
política muy negativa para el país y que no ha cumplido ninguno de los
objetivos que se ha planteado. No ha logrado frenar la salida de
capitales, no ha logrado reducir la inflación, (y) ha sido muy costosa
para el fisco".
Empresarios consultados por The Associated Press dijeron que, ante lo
engorroso y complicado que resulta participar en las subastas, el
mecanismo no los ayudará a contar con los dólares disponibles para
comprar bienes e insumos que necesitan.
La semana pasada el gobierno dijo que contaba con suficientes divisas
para atender esas necesidades, pero analistas económicos dicen que ante
las crecientes importaciones, que en 2012 alcanzaron los 59.339
millones de dólares y el pago de la deuda externa, el gobierno seguirá
enfrentando dificultades para suministrar el dinero circulante
requerido.
Aunque se cancelen las deudas en los próximos días y se activen las
líneas de crédito, las compras externas y el reabastecimiento de insumos
médicos y repuestos para equipos podrían tardarse unos tres meses.
Al problema cambiario se suma el retraso gubernamental en ajustar los
precios de algunos alimentos y bienes, que tiene a numerosas empresas a
las puertas de una quiebra por el aumento de sus costos.
Simón Nobile, presidente de la Asociación Venezolana de Fabricantes
de Pastas Alimenticias, dice que 11 empresas del sector, que generan
unos 5.000 empleos, enfrentan un riesgo de "colapso" por la devaluación,
la carencia de dólares y la congelación por dos años del precio de la
pasta regulada, que actualmente se vende a 68 centavos de dólares el
kilo, cuando su costo de producción "está por el doble", dijo.
Desde 2003, el gobierno había recurrido a la congelación de los precios de los alimentos para tratar de contener la inflación.
"Nosotros hemos adelantado inversiones para mantener la producción.
El problema que encontramos es que esas nuevas inversiones hay que
pagarlas a la nueva tasa de cambio y no tenemos la rentabilidad para
poder hacerle frente a ese costo", dijo Nobile al asegurar que la única
salida que les queda es que el gobierno autorice un incremento en el
precio de la pasta, que representa el 70% de la producción de ese
sector.
"Si el gobierno no toma una decisión ese es el final... tiene que
tomar (la decisión de ajustar el precio) porque no puede botar a la
calle unas 5.000 personas".
¿Cuánto tiempo podrán aguantar la crisis? Nobile dice que "el
promedio de existencia de trigo es para mayo... no podemos llegar al mes
de mayo para tomar una decisión".
Como las pastas, empresas de sectores clave como lácteos, jugos,
quesos, aceites y pastas han exigido al gobierno, en avisos de prensa y
declaraciones de sus directivos, que se les permita ajustar los precios
de sus productos para evitar una paralización.
Para febrero el índice de escasez de productos básicos alcanzó el
19,7%, muy similar a la tasa de enero que fue 20,4%, el nivel más alto
desde 2009 cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) comenzó a difundir
el indicador.
El BCV comenzó a estudiar en el año 2000 el índice de escasez que se
concentra en monitorea mensualmente la disponibilidad de más de un
centenar bienes en los anaqueles. A partir de 2009, tras dos años de
fuertes problemas de desabastecimiento de diversos bienes, las
autoridades del BCV decidieron hacer público el indicador, que se
estudia también en varios países, para ampliar la base información para
el público en general.
Ese desabastecimiento es el predicamento diario de los venezolanos.
"De cinco medicinas uno consigue dos medicinas", dijo Antonia Piña
Navarro, una trabajadora estética de 51 años, al reconocer que cada mes
debe enfrentar un vía crucis para conseguir los medicamentos de sus
familiares que sufren de diabetes, reumatismo y una enfermedad renal.
"Uno tiene que caminar por cuatro o cinco farmacias para poder comprar
prácticamente en cada farmacia una (medicina). No es fácil conseguirlas y
cada vez que uno va a comprarlas es más caro".
Venezuela enfrenta difícil panorama económico en era post Chávez
Reviewed by Noticias del Noroeste
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martes, abril 02, 2013
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