MADRID.- El dominicano más universal, Juan Luis Guerra, vuelve con un disco nuevo, A son de guerra (EMI), después de tres años de arduo trabajo y grandes iniciativas solidarias, por ejemplo, con Haití, en las que ha compartido causa con amigos como Miguel Bosé o Juanes, que colabora en este álbum con una canción. Su sueño a estas alturas de su vida es "tocar una bachata con Paul McCartney".
¿Tenía ganas de sacar un disco después de tres años?
Sí, en este tiempo hemos estado de gira y preparando el CD, ha sido un trabajo arduo, pero ya lo tenemos y estamos muy satisfechos con el resultado. Es un disco muy variado, que toca muchos géneros como el merengue, la bachata, la cumbia, el son, etc.
Y el sencillo, Bachata en Fukuoka, tiene un recuerdo hacia Japón…
La compuse para reflejar lo que vivimos cuando fuimos a la ciudad, fue una experiencia inolvidable ver a los japoneses cantando, bailando y llorando con nuestra música. No nos esperábamos una reacción así. ¡Se sabían las letras en español! (risas). Yo ya sabía que allí les gusta la salsa, porque hay una orquesta muy buena de japoneses que la toca, pero no sabía que pasaba lo mismo con el merengue y la bachata.
Aquí se baila igual de bien que en Santo Domingo, hay mucha gente española dando clase a otros ¿Se siente orgulloso de haber universalizado estos géneros?
Claro que sí. Es un privilegio poder abrir puertas a la música latina, en España y en todo el mundo. Recuerdo cuando vinimos aquí en los años 80, el trabajo fue fuerte, pero lo logramos; la gente ya entiende qué es merengue. Además, aquí se baila igual de bien que en Santo Domingo, hay mucha gente española dando clase a otros y lo hacen maravillosamente.
¿En Santo Domingo se nace bailando?
(Risas) No, pero desde que eres pequeño, cuando te tienen en brazos, te mueven y ya vas cogiendo el ritmo… Aunque a usted le gusta también el rock, y hasta es fan de The Beatles. Mucho, me sabía todas sus canciones, soñaba con ellas. De ellos admiro su creatividad, su innovación y todo lo que hicieron por la música. Me imagino tocando una bachata con Paul McCartney… ¡aún hay tiempo!
Usted que es experto, ¿qué debe tener una buena canción de amor?
La inspiración viene de arriba, son canciones que nacen en un momento determinado y uno sólo es el portavoz. No hay ninguna fórmula, es un regalo que llega. Ser músico es uno de los grandes privilegios que Dios te da, es un don. Su labor filantrópica ha sido muchas veces reconocida, ¿da abasto con las causas? Hay demasiado donde ayudar, por eso creo que debemos de seguir con nuestra labor. Tenemos un grupo muy unido, cada vez que nos necesitamos casi siempre tenemos la oportunidad de apoyarnos: estoy hablando de Juanes, Miguel (Bosé), Alejandro (Sanz), Ricardo Montaner, todo ese clan. Tenemos mucho que hacer y mucha responsabilidad, aunque sea turnándonos, porque no es fácil juntarnos todos para un concierto.
Juanes, Bosé y Sanz… ¿qué son para usted?
Los tres son muy especiales, muy solidarios. Son grandes figuras del arte, pilares de nuestra música. Ha sido un placer, un honor y un privilegio poder compartir con ellos iniciativas como el concierto que hicimos hace poco por Haití. Como digo yo, nos hicimos niños por los niños de Haití. A veces esas causas que defienden rozan lo político, ¿ha tenido problemas con eso? No, trato de alejarme lo más que puedo y no inmiscuirme en política. En mi caso, mi fundación trabaja para los niños quemados de la República Dominicana con un hospital, y no suelo verme envuelto en temas políticos. Es un trabajo más bien individual.
Es muy religioso, ¿cómo influye eso en su música y en su vida personal?
Más que religión es relación con Dios a través de su palabra. He recibido tantas bendiciones y cosas hermosas de él que siempre hay una palabra de agradecimiento en mi boca. Todo lo que hago y digo se lo ofrezco a él. En el disco hay una canción que se llama Son al Rey, que está inspirada en el Salmo 103; los salmos y los proverbios de Salomón con una forma muy grata de aprender sabiduría.
¿Ya ha vencido su timidez con los medios?
Hace poco descubrí que la timidez no me ayuda en nada, así que me he propuesto lidiar con ella, vencerla. Sobre todo porque hay veces que se ha mal interpretado (risas).
¿Qué canción del disco es su favorita?
Fukuoka me pone feliz, me hace sentirme contento, que es una de las cosas que más busco en estos momentos en los que hay crisis y malas noticias. La felicidad es también parte del disco. Pero depende del momento, si estoy amoroso, si quiero decir algo… Cada canción representa una etapa.
Entonces, contra la crisis, ¿una canción de Juan Luis Guerra?
¡Perfecto! El mambo es un ‘contracrisis’… Me encanta lo que hago. Usted canta, compone, produce, ¿deja algo para los demás? Me gusta estar presente en todo, por eso es un trabajo muy duro. Desde los arreglos, cargados de mucha música, hasta la letra, la mezcla, la masterización, etc. Me encanta lo que hago. La gente delega, pero yo no; eso sí, elijo muy bien a mi equipo.
Viaja por todo el mundo, ¿qué país le queda por visitar?
Rusia, Australia, unos cuantos. Ahora vamos a Shanghai, a la Exposición Universal.
¿Le sigue gustando tanto el baloncesto?
Me encanta el baloncesto. En República Dominicana o eres de pelota (baseball) o de baloncesto. Aunque ahora he aprendido mi poquito de fútbol por el Mundial, y le deseo lo mejor a la selección española, que según me cuentan es la favorita…
Biografía
Juan Luis Guerra nació en Santo Domingo en 1957. Empezó la carrera de Filosofía y Literatura, pero pronto decidió que la música era lo suyo y se inscribió en el Conservatorio. Después estudiaría composición y arreglos en Boston (EE UU). Ha vendido más de 20 millones de discos en todo el mundo y obtenido 15 Grammy. (www.almomento.net)
¿Tenía ganas de sacar un disco después de tres años?
Sí, en este tiempo hemos estado de gira y preparando el CD, ha sido un trabajo arduo, pero ya lo tenemos y estamos muy satisfechos con el resultado. Es un disco muy variado, que toca muchos géneros como el merengue, la bachata, la cumbia, el son, etc.
Y el sencillo, Bachata en Fukuoka, tiene un recuerdo hacia Japón…
La compuse para reflejar lo que vivimos cuando fuimos a la ciudad, fue una experiencia inolvidable ver a los japoneses cantando, bailando y llorando con nuestra música. No nos esperábamos una reacción así. ¡Se sabían las letras en español! (risas). Yo ya sabía que allí les gusta la salsa, porque hay una orquesta muy buena de japoneses que la toca, pero no sabía que pasaba lo mismo con el merengue y la bachata.
Aquí se baila igual de bien que en Santo Domingo, hay mucha gente española dando clase a otros ¿Se siente orgulloso de haber universalizado estos géneros?
Claro que sí. Es un privilegio poder abrir puertas a la música latina, en España y en todo el mundo. Recuerdo cuando vinimos aquí en los años 80, el trabajo fue fuerte, pero lo logramos; la gente ya entiende qué es merengue. Además, aquí se baila igual de bien que en Santo Domingo, hay mucha gente española dando clase a otros y lo hacen maravillosamente.
¿En Santo Domingo se nace bailando?
(Risas) No, pero desde que eres pequeño, cuando te tienen en brazos, te mueven y ya vas cogiendo el ritmo… Aunque a usted le gusta también el rock, y hasta es fan de The Beatles. Mucho, me sabía todas sus canciones, soñaba con ellas. De ellos admiro su creatividad, su innovación y todo lo que hicieron por la música. Me imagino tocando una bachata con Paul McCartney… ¡aún hay tiempo!
Usted que es experto, ¿qué debe tener una buena canción de amor?
La inspiración viene de arriba, son canciones que nacen en un momento determinado y uno sólo es el portavoz. No hay ninguna fórmula, es un regalo que llega. Ser músico es uno de los grandes privilegios que Dios te da, es un don. Su labor filantrópica ha sido muchas veces reconocida, ¿da abasto con las causas? Hay demasiado donde ayudar, por eso creo que debemos de seguir con nuestra labor. Tenemos un grupo muy unido, cada vez que nos necesitamos casi siempre tenemos la oportunidad de apoyarnos: estoy hablando de Juanes, Miguel (Bosé), Alejandro (Sanz), Ricardo Montaner, todo ese clan. Tenemos mucho que hacer y mucha responsabilidad, aunque sea turnándonos, porque no es fácil juntarnos todos para un concierto.
Juanes, Bosé y Sanz… ¿qué son para usted?
Los tres son muy especiales, muy solidarios. Son grandes figuras del arte, pilares de nuestra música. Ha sido un placer, un honor y un privilegio poder compartir con ellos iniciativas como el concierto que hicimos hace poco por Haití. Como digo yo, nos hicimos niños por los niños de Haití. A veces esas causas que defienden rozan lo político, ¿ha tenido problemas con eso? No, trato de alejarme lo más que puedo y no inmiscuirme en política. En mi caso, mi fundación trabaja para los niños quemados de la República Dominicana con un hospital, y no suelo verme envuelto en temas políticos. Es un trabajo más bien individual.
Es muy religioso, ¿cómo influye eso en su música y en su vida personal?
Más que religión es relación con Dios a través de su palabra. He recibido tantas bendiciones y cosas hermosas de él que siempre hay una palabra de agradecimiento en mi boca. Todo lo que hago y digo se lo ofrezco a él. En el disco hay una canción que se llama Son al Rey, que está inspirada en el Salmo 103; los salmos y los proverbios de Salomón con una forma muy grata de aprender sabiduría.
¿Ya ha vencido su timidez con los medios?
Hace poco descubrí que la timidez no me ayuda en nada, así que me he propuesto lidiar con ella, vencerla. Sobre todo porque hay veces que se ha mal interpretado (risas).
¿Qué canción del disco es su favorita?
Fukuoka me pone feliz, me hace sentirme contento, que es una de las cosas que más busco en estos momentos en los que hay crisis y malas noticias. La felicidad es también parte del disco. Pero depende del momento, si estoy amoroso, si quiero decir algo… Cada canción representa una etapa.
Entonces, contra la crisis, ¿una canción de Juan Luis Guerra?
¡Perfecto! El mambo es un ‘contracrisis’… Me encanta lo que hago. Usted canta, compone, produce, ¿deja algo para los demás? Me gusta estar presente en todo, por eso es un trabajo muy duro. Desde los arreglos, cargados de mucha música, hasta la letra, la mezcla, la masterización, etc. Me encanta lo que hago. La gente delega, pero yo no; eso sí, elijo muy bien a mi equipo.
Viaja por todo el mundo, ¿qué país le queda por visitar?
Rusia, Australia, unos cuantos. Ahora vamos a Shanghai, a la Exposición Universal.
¿Le sigue gustando tanto el baloncesto?
Me encanta el baloncesto. En República Dominicana o eres de pelota (baseball) o de baloncesto. Aunque ahora he aprendido mi poquito de fútbol por el Mundial, y le deseo lo mejor a la selección española, que según me cuentan es la favorita…
Biografía
Juan Luis Guerra nació en Santo Domingo en 1957. Empezó la carrera de Filosofía y Literatura, pero pronto decidió que la música era lo suyo y se inscribió en el Conservatorio. Después estudiaría composición y arreglos en Boston (EE UU). Ha vendido más de 20 millones de discos en todo el mundo y obtenido 15 Grammy. (www.almomento.net)
Juan Luis Guerra: Contra la crisis...el mambo es perfecto
Reviewed by Noticias del Noroeste
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martes, junio 15, 2010
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