Contrabando de armas y mercancias: gran dolor de cabeza en la frontera

DN-. El director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), general Santo Domingo Guerrero, reconoció que, más que antes, el contrabando de diversas mercancías y armas de fuego es un verdadero dolor de cabeza para las autoridades. También se refirió al tráfico de sustancias ilegales, la migración irregular de haitianos y los daños que constantemente recibe el medio ambiente en la región. El Cesfront fue creado para poner orden en la frontera, pero su impacto ha sido limitado.

El aumento en la frontera del contrabando de mercancías y armas de fuego, el tráfico de sustancias controladas, la migración ilegal y la destrucción del medio ambiente, constituyen todavía un gran dolor de cabeza para las autoridades.

La afirmación fue hecha ayer por el director del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza (Cesfront), general de brigada Santo Domingo Guerrero Clase, quien informó que antes estos problemas no representaban dificultades.

Guerrero Clase dictó una conferencia sobre “El desarrollo de las fronteras: caso de República Dominicana” en “la primera conferencia internacional sobre seguridad y defensa en República Dominicana”, que finalizó ayer en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

Señaló que el contrabando hacia el país depende del tipo de ayuda internacional que recibe Haití.

Manifestó que por ejemplo, si la ayuda es de ropa, el contrabando es de pacas de ropa; si las donaciones son de fertilizantes, alimentos o medicinas, entonces llega al país arroz, leche, abonos y condimentos.

A su juicio, los obstáculos naturales entre ambos países no ofrecen ninguna dificultad para ingresar a la República Dominicana. Señaló que los haitianos habitan de manera acelerada la frontera, para tratar de ingresar al país durante el día a trabajar en plantaciones agrícolas o en labores domésticas y regresar en horas de la tarde.

Expresó que los mercados binacionales no permiten, en ocasiones, distinguir entre quién viene de compra o a tratar de quedarse en el país, lo que provoca que se cometan injusticias involuntarias.