Nueva York, (EFE).– El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, y el Parlamento del estado han llegado a un acuerdo sobre el proyecto que legalizará en los próximos meses el uso de la marihuana para fines recreativos en adultos, tras intensas negociaciones.
“La legalización de la marihuana de uso adulto es un paso monumental para reducir las disparidades en nuestro sistema de justicia penal”, dijo Murphy en un comunicado de prensa conjunto con los presidentes del Senado, Steve Sweeney y de la Asamblea, Craig Coughlin, en el que anunciaron el acuerdo.
De acuerdo con el gobernador, esta proyecto establecerá una industria que brindará equidad y oportunidades económicas a todas las comunidades, mientras promueve la seguridad pública al garantizar un producto seguro.
Legalizar el uso de la yerba fue una promesa de campaña de Murphy, demócrata al igual que la mayoría en el Senado y la Asamblea del estado, y cuando se convierta en ley, Nueva Jersey se unirá a otros 10 estados que ya lo han aprobado.
Bajo los términos del acuerdo, la marihuana tendrá un impuesto de 42 dólares por onza cuando se cultive. Además, los municipios donde se cultive y procese recibirán los ingresos de un impuesto del 2 % sobre el producto.
Aquellos donde se haya establecido un minorista se beneficiarán de un impuesto de 3 % y será de 1 % para los mayoristas.
La industria será regida por una comisión reguladora, compuesta por cinco miembros, tres de los cuales serán nombrados por el gobernador por un término de al menos cuatro años y no tendrán que ser confirmados por el Senado.
Los otros dos integrantes serán nombrados por el gobernador siguiendo las recomendaciones de los presidentes del Senado y de la Asamblea.
Esta comisión tendrá a su cargo establecer las regulaciones para gobernar la industria y supervisará las solicitudes para la concesión de licencias de los dispensarios donde se podrá adquirir la marihuana.
Además, cuenta con disposiciones que tienen como objetivo garantizar una amplia participación en la industria para las empresas propiedad de minorías y de mujeres, personas de ingresos medios y bajos, y comunidades desfavorecidas a través del estado.
De acuerdo con el presidente del Senado estatal, con este proyecto se “sacará la marihuana fuera del mercado subterráneo para que pueda ser controlada, regulada y gravada, justo como ocurrió con el alcohol desde el final de la Prohibición”, periodo entre el 1920 y el 1933.
El líder de la Asamblea señaló por su parte que la nueva industria “ayudará a impulsar nuestra economía, pero estoy particularmente orgulloso de los componentes críticos de justicia social que están incluidos en el proyecto de ley”.
“La legalización de la marihuana de uso adulto es un paso monumental para reducir las disparidades en nuestro sistema de justicia penal”, dijo Murphy en un comunicado de prensa conjunto con los presidentes del Senado, Steve Sweeney y de la Asamblea, Craig Coughlin, en el que anunciaron el acuerdo.
De acuerdo con el gobernador, esta proyecto establecerá una industria que brindará equidad y oportunidades económicas a todas las comunidades, mientras promueve la seguridad pública al garantizar un producto seguro.
Legalizar el uso de la yerba fue una promesa de campaña de Murphy, demócrata al igual que la mayoría en el Senado y la Asamblea del estado, y cuando se convierta en ley, Nueva Jersey se unirá a otros 10 estados que ya lo han aprobado.
Bajo los términos del acuerdo, la marihuana tendrá un impuesto de 42 dólares por onza cuando se cultive. Además, los municipios donde se cultive y procese recibirán los ingresos de un impuesto del 2 % sobre el producto.
Aquellos donde se haya establecido un minorista se beneficiarán de un impuesto de 3 % y será de 1 % para los mayoristas.
La industria será regida por una comisión reguladora, compuesta por cinco miembros, tres de los cuales serán nombrados por el gobernador por un término de al menos cuatro años y no tendrán que ser confirmados por el Senado.
Los otros dos integrantes serán nombrados por el gobernador siguiendo las recomendaciones de los presidentes del Senado y de la Asamblea.
Esta comisión tendrá a su cargo establecer las regulaciones para gobernar la industria y supervisará las solicitudes para la concesión de licencias de los dispensarios donde se podrá adquirir la marihuana.
Además, cuenta con disposiciones que tienen como objetivo garantizar una amplia participación en la industria para las empresas propiedad de minorías y de mujeres, personas de ingresos medios y bajos, y comunidades desfavorecidas a través del estado.
De acuerdo con el presidente del Senado estatal, con este proyecto se “sacará la marihuana fuera del mercado subterráneo para que pueda ser controlada, regulada y gravada, justo como ocurrió con el alcohol desde el final de la Prohibición”, periodo entre el 1920 y el 1933.
El líder de la Asamblea señaló por su parte que la nueva industria “ayudará a impulsar nuestra economía, pero estoy particularmente orgulloso de los componentes críticos de justicia social que están incluidos en el proyecto de ley”.
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