Nueva York (EFE).- El estado y la ciudad de Nueva York, han reforzado su seguridad cerca de mezquitas y otras casas de culto como medida de precaución tras los ataques contra dos mezquitas en Christchurch (Nueva Zelanda) que se han saldado con al menos 49 personas asesinadas.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, dijo en un comunicado que ha ordenado incrementar las patrullas policiales en torno a los templos del área, mientras que las fuerzas locales de la Gran Manzana están visitando mezquitas durante las horas de rezo más tempranas del viernes.
Al menos 49 personas han fallecido por el ataque contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa mientras cientos de personas asistían al rezo de los viernes y hay 40 heridos de bala, una veintena de ellos en estado grave.
El presunto cerebro de los ataques es un supremacista blanco que ha sido identificado como Brenton Tarrant, un australiano de 28 años de edad, según las autoridades neozelandesas.
“Tras este repugnante acto de violencia fanática, que parece arraigado en la islamofobia, Nueva York está con la comunidad musulmana, como siempre lo hemos estado y estaremos”, declaró Cuomo.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, indicó a través de Twitter que “no hay una amenaza específica o creíble en este momento”, pero la Policía local (NYPD) ha incrementado su presencia en las mezquitas este viernes para ofrecer seguridad a quienes acudan a rezar.
El jefe de la NYPD, James O’Neill, indicó en esta red social que “no hay vínculo con Nueva York” en los ataques, pero la Policía “está ofreciendo recursos de alto nivel en la ciudad para mantener a todos los fieles en cada barrio seguros, y para que también se sientan así”.
La NYPD colgó una foto en la que se puede observar a un policía en una mezquita dirigiéndose a los fieles congregados e indicó que ha enviado a sus efectivos a estas casas de culto “durante los rezos tempranos (Fajer)” para garantizar “la libertad de practicar la religión sin miedo”.
Las autoridades expresaron su solidaridad con las víctimas del ataque, con el pueblo neozelandés y la comunidad musulmana, y hoy en la Bolsa de Nueva York se mantuvo un minuto de silencio previo a la apertura de la sesión en recuerdo de los fallecidos y sus familias.
Los ataques en Christchurch, la mayor ciudad en la isla Sur del país, de 375.000 habitantes, se produjeron a plena luz del día durante la oración de los viernes en la mezquita de Al Noor, donde murieron 41 personas, y en la mezquita de Linwood, a unos 6,5 kilómetros al este de la primera, donde perecieron otras 7 personas.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, dijo en un comunicado que ha ordenado incrementar las patrullas policiales en torno a los templos del área, mientras que las fuerzas locales de la Gran Manzana están visitando mezquitas durante las horas de rezo más tempranas del viernes.
Al menos 49 personas han fallecido por el ataque contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa mientras cientos de personas asistían al rezo de los viernes y hay 40 heridos de bala, una veintena de ellos en estado grave.
El presunto cerebro de los ataques es un supremacista blanco que ha sido identificado como Brenton Tarrant, un australiano de 28 años de edad, según las autoridades neozelandesas.
“Tras este repugnante acto de violencia fanática, que parece arraigado en la islamofobia, Nueva York está con la comunidad musulmana, como siempre lo hemos estado y estaremos”, declaró Cuomo.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, indicó a través de Twitter que “no hay una amenaza específica o creíble en este momento”, pero la Policía local (NYPD) ha incrementado su presencia en las mezquitas este viernes para ofrecer seguridad a quienes acudan a rezar.
El jefe de la NYPD, James O’Neill, indicó en esta red social que “no hay vínculo con Nueva York” en los ataques, pero la Policía “está ofreciendo recursos de alto nivel en la ciudad para mantener a todos los fieles en cada barrio seguros, y para que también se sientan así”.
La NYPD colgó una foto en la que se puede observar a un policía en una mezquita dirigiéndose a los fieles congregados e indicó que ha enviado a sus efectivos a estas casas de culto “durante los rezos tempranos (Fajer)” para garantizar “la libertad de practicar la religión sin miedo”.
Las autoridades expresaron su solidaridad con las víctimas del ataque, con el pueblo neozelandés y la comunidad musulmana, y hoy en la Bolsa de Nueva York se mantuvo un minuto de silencio previo a la apertura de la sesión en recuerdo de los fallecidos y sus familias.
Los ataques en Christchurch, la mayor ciudad en la isla Sur del país, de 375.000 habitantes, se produjeron a plena luz del día durante la oración de los viernes en la mezquita de Al Noor, donde murieron 41 personas, y en la mezquita de Linwood, a unos 6,5 kilómetros al este de la primera, donde perecieron otras 7 personas.
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