EFE-. Decenas de migrantes intentaron este martes ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde la zona de Playas Tijuana, en el estado mexicano de Baja California, y al menos unos 20 lo lograron para entregarse a las autoridades migratorias estadounidenses.
Alrededor de las 16.00 horas locales (23.00 GMT), los migrantes, casi un centenar según los testigos, llegaron a la orilla del mar en la localidad mexicana para intentar brincar la valla metálica que en esta zona delimita la frontera entre los dos países.
Ante la mirada de los turistas que disfrutaban de la playa, los migrantes, mujeres, niños y hombres, comenzaron a escalar las barras de acero, a las que en noviembre pasado las autoridades de Estados Unidos le añadieron una alambrada con púas.
Los migrantes que intentaron cruzar forman parte de las caravanas que han llegado a Tijuana, Baja California, desde el pasado mes de noviembre, y que están a la espera de recibir el asilo humanitario en Estados Unidos.
Sin que ninguna autoridad mexicana se los impidiera uno a uno los migrantes lograron cruzar a territorio estadounidense y por lo menos se observó que una veintena de ellos se entregaban a los agentes de la Policía Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Durante un rato el público presente los alentó a cruzar la frontera, aunque pasados unos minutos el resto de los migrantes decidió dispersarse en distintos puntos del lugar llamado “El Faro”, en Playas de Tijuana.
El fin de semana pasado otro grupo de 40 centroamericanos cruzó también por el mismo punto de la frontera con el objetivo de entregarse a las autoridades de Estados Unidos, con el pensamiento de así agilizar su solicitud de asilo.
Desde la llegada de los centroamericanos a Tijuana, se ha informado de decenas de intentos de cruce ilegal, el más relevante de ellos en noviembre, cuando la Policía fronteriza estadounidense lanzó bombas de gas lacrimógeno a territorio mexicano y dispararon balas de goma a los migrantes.
Desde entonces, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha reforzado la seguridad con agentes especiales y la colocación de alambres de seguridad, así como lámparas de luz intensa para detectar cualquier persona de manera inmediata.
Aunado a ello, se han cerrado las garitas internacionales por varios minutos en al menos seis ocasiones, como forma de ejercicio de seguridad y protección de las mismas, para impedir un cruce masivo de migrantes como los que ya se han intentado.
Alrededor de las 16.00 horas locales (23.00 GMT), los migrantes, casi un centenar según los testigos, llegaron a la orilla del mar en la localidad mexicana para intentar brincar la valla metálica que en esta zona delimita la frontera entre los dos países.
Ante la mirada de los turistas que disfrutaban de la playa, los migrantes, mujeres, niños y hombres, comenzaron a escalar las barras de acero, a las que en noviembre pasado las autoridades de Estados Unidos le añadieron una alambrada con púas.
Los migrantes que intentaron cruzar forman parte de las caravanas que han llegado a Tijuana, Baja California, desde el pasado mes de noviembre, y que están a la espera de recibir el asilo humanitario en Estados Unidos.
Sin que ninguna autoridad mexicana se los impidiera uno a uno los migrantes lograron cruzar a territorio estadounidense y por lo menos se observó que una veintena de ellos se entregaban a los agentes de la Policía Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Durante un rato el público presente los alentó a cruzar la frontera, aunque pasados unos minutos el resto de los migrantes decidió dispersarse en distintos puntos del lugar llamado “El Faro”, en Playas de Tijuana.
El fin de semana pasado otro grupo de 40 centroamericanos cruzó también por el mismo punto de la frontera con el objetivo de entregarse a las autoridades de Estados Unidos, con el pensamiento de así agilizar su solicitud de asilo.
Desde la llegada de los centroamericanos a Tijuana, se ha informado de decenas de intentos de cruce ilegal, el más relevante de ellos en noviembre, cuando la Policía fronteriza estadounidense lanzó bombas de gas lacrimógeno a territorio mexicano y dispararon balas de goma a los migrantes.
Desde entonces, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha reforzado la seguridad con agentes especiales y la colocación de alambres de seguridad, así como lámparas de luz intensa para detectar cualquier persona de manera inmediata.
Aunado a ello, se han cerrado las garitas internacionales por varios minutos en al menos seis ocasiones, como forma de ejercicio de seguridad y protección de las mismas, para impedir un cruce masivo de migrantes como los que ya se han intentado.
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