AFP-. El presidente estadounidense, Donald Trump, destacó el martes en su discurso sobre el Estado de la Unión su apoyo a la “búsqueda de libertad” de Venezuela, denunció la “brutalidad del régimen” de Nicolás Maduro y reiteró su apoyo al “nuevo presidente interino” Juan Guaidó.
“Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad”, dijo Trump, en el acto donde el enviado de Guaidó a Washington, Carlos Vecchio, era uno de los invitados especiales.
Estados Unidos y otros 40 países han reconocido a Guaidó como única autoridad legítima en el país.
Trump tardó apenas minutos en respaldar al líder opositor el 23 de enero, cuando en su calidad de jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento) se juramentó como presidente encargado constitucionalmente tras considerar que el nuevo mandato de Maduro, iniciado diez días antes, es resultado de elecciones fraudulentas y por tanto “ilegítimo”.
Desde entonces el gobierno de Trump ha llamado una y otra vez a Maduro a dejar el poder, advirtiendo que “todas las opciones están sobre la mesa” para restaurar la democracia en Venezuela.
“Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas hicieron que esa nación pasara de ser la más rica de Sudamérica a un estado de pobreza extrema y desesperación”, afirmó.
Venezuela vive este conflicto político en medio de la peor crisis económica de su historia moderna, que provocó el éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU.
“Esta noche, renovamos nuestra determinación de que Estados Unidos nunca será un país socialista”, enfatizó Trump, aprovechando este solemne discurso anual para subrayar su “alarma” ante llamados a aplicar el socialismo en el país.
El involucramiento de Trump en Venezuela es inusualmente contundente para un mandatario que prometió retirar a las tropas estadounidenses de Siria y Afganistán y se abstuvo de reprender a aliados de Estados Unidos por abusos a los derechos humanos.
El gobierno de Trump ha buscado asfixiar a Maduro económica y diplomáticamente, imponiendo sanciones económicas a su círculo íntimo y dictaminando que los activos venezolanos en el sistema bancario estadounidense pertenecen a la Asamblea Nacional (parlamento), elegida democráticamente en 2015 y controlada por la oposición.
“Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad”, dijo Trump, en el acto donde el enviado de Guaidó a Washington, Carlos Vecchio, era uno de los invitados especiales.
Estados Unidos y otros 40 países han reconocido a Guaidó como única autoridad legítima en el país.
Trump tardó apenas minutos en respaldar al líder opositor el 23 de enero, cuando en su calidad de jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento) se juramentó como presidente encargado constitucionalmente tras considerar que el nuevo mandato de Maduro, iniciado diez días antes, es resultado de elecciones fraudulentas y por tanto “ilegítimo”.
Desde entonces el gobierno de Trump ha llamado una y otra vez a Maduro a dejar el poder, advirtiendo que “todas las opciones están sobre la mesa” para restaurar la democracia en Venezuela.
“Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas hicieron que esa nación pasara de ser la más rica de Sudamérica a un estado de pobreza extrema y desesperación”, afirmó.
Venezuela vive este conflicto político en medio de la peor crisis económica de su historia moderna, que provocó el éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU.
“Esta noche, renovamos nuestra determinación de que Estados Unidos nunca será un país socialista”, enfatizó Trump, aprovechando este solemne discurso anual para subrayar su “alarma” ante llamados a aplicar el socialismo en el país.
El involucramiento de Trump en Venezuela es inusualmente contundente para un mandatario que prometió retirar a las tropas estadounidenses de Siria y Afganistán y se abstuvo de reprender a aliados de Estados Unidos por abusos a los derechos humanos.
El gobierno de Trump ha buscado asfixiar a Maduro económica y diplomáticamente, imponiendo sanciones económicas a su círculo íntimo y dictaminando que los activos venezolanos en el sistema bancario estadounidense pertenecen a la Asamblea Nacional (parlamento), elegida democráticamente en 2015 y controlada por la oposición.
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