Washington -. El cierre de algunas reparticiones federales de Estados Unidos comienza a afectar seriamente la situación económica de muchos funcionarios y añade presión a los políticos para encontrar una solución al “shutdown” más largo de la historia del país.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió el miércoles al presidente Donald Trump que posponga el discurso sobre el Estado de la Unión previsto para el 29 de enero a causa de la paralización de parte de la administración.
“Desafortunadamente, teniendo en cuenta los problemas de seguridad y, a menos que los servicios del Estado reabran esta semana, sugiero que trabajemos juntos para encontrar otra fecha (...) o que considere dar su discurso sobre el Estado de la Unión por escrito al Congreso”, dijo Pelosi en una carta al mandatario.
Trump exige que se destinen 5.700 millones de dólares para financiar un muro en la frontera de Estados Unidos con México para frenar la inmigración ilegal, un proyecto rechazado de plano por la oposición demócrata.
El mandatario volvió a arremeter ayer miércoles contra los demócratas. “Es cada vez más obvio que los radicales demócratas son un partido de fronteras abiertas y crimen. No quieren tener nada que ver con la gran crisis humanitaria en nuestra frontera sur”, tuiteó Trump.
Pelosi y Trump llevan enfrascados en una batalla presupuestaria que se alarga ya más de tres semanas en las que alrededor de 800,000 funcionarios federales debieron ser licenciados sin goce de sueldo, e incluso aquellos que tienen cargos considerados esenciales trabajan sin percibir sus salarios.
Entre estos últimos se encuentran los agentes del “Servicio Secreto”, encargado en de la seguridad de personalidades como el presidente y de eventos como el discurso sobre el Estado de la Unión, recordó Pelosi en su misiva a Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirjsten Nielsen, aseguró que su departamento y el Servicio Secreto está “completamente preparados para apoyar y garantizar la seguridad” del discurso presidencial.
Facilidades de pago
“800,000 empleados federales no están cobrando su salario. Quiero que el presidente Trump vea estas caras y escuche estas historias”, tuiteó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, junto a un video de una protesta de trabajadores estatales. Para tratar de mitigar los efectos del cierre en los trabajadores afectados, las iniciativas solidarias se multiplican por el país.
El cocinero español José Andrés, abierto detractor de Trump, abrió ayer miércoles una “cocina” en la avenida Pensilvania, entre el Capitolio y la Casa Blanca, cerca del Congreso, para alimentar a “todos los empleados y sus familias que lo necesiten”, en el marco de la iniciativa “ChefsforFeds”, que durará hasta que finalice el cierre gubernamental.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió el miércoles al presidente Donald Trump que posponga el discurso sobre el Estado de la Unión previsto para el 29 de enero a causa de la paralización de parte de la administración.
“Desafortunadamente, teniendo en cuenta los problemas de seguridad y, a menos que los servicios del Estado reabran esta semana, sugiero que trabajemos juntos para encontrar otra fecha (...) o que considere dar su discurso sobre el Estado de la Unión por escrito al Congreso”, dijo Pelosi en una carta al mandatario.
Trump exige que se destinen 5.700 millones de dólares para financiar un muro en la frontera de Estados Unidos con México para frenar la inmigración ilegal, un proyecto rechazado de plano por la oposición demócrata.
El mandatario volvió a arremeter ayer miércoles contra los demócratas. “Es cada vez más obvio que los radicales demócratas son un partido de fronteras abiertas y crimen. No quieren tener nada que ver con la gran crisis humanitaria en nuestra frontera sur”, tuiteó Trump.
Pelosi y Trump llevan enfrascados en una batalla presupuestaria que se alarga ya más de tres semanas en las que alrededor de 800,000 funcionarios federales debieron ser licenciados sin goce de sueldo, e incluso aquellos que tienen cargos considerados esenciales trabajan sin percibir sus salarios.
Entre estos últimos se encuentran los agentes del “Servicio Secreto”, encargado en de la seguridad de personalidades como el presidente y de eventos como el discurso sobre el Estado de la Unión, recordó Pelosi en su misiva a Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirjsten Nielsen, aseguró que su departamento y el Servicio Secreto está “completamente preparados para apoyar y garantizar la seguridad” del discurso presidencial.
Facilidades de pago
“800,000 empleados federales no están cobrando su salario. Quiero que el presidente Trump vea estas caras y escuche estas historias”, tuiteó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, junto a un video de una protesta de trabajadores estatales. Para tratar de mitigar los efectos del cierre en los trabajadores afectados, las iniciativas solidarias se multiplican por el país.
El cocinero español José Andrés, abierto detractor de Trump, abrió ayer miércoles una “cocina” en la avenida Pensilvania, entre el Capitolio y la Casa Blanca, cerca del Congreso, para alimentar a “todos los empleados y sus familias que lo necesiten”, en el marco de la iniciativa “ChefsforFeds”, que durará hasta que finalice el cierre gubernamental.
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