Eladio Márquez siempre pensó que el cielo era el límite. Por esa razón logró convertir sus anhelos en realidad: ser piloto y propietario de su propia escuela de pilotaje en Estados Unidos.
Ahora este sueño fue destrozado. El hombre, nacido en Juan de Herrera, provincia San Juan, murió junto a otra persona tras estrellarse el avión que pilotaba en un vuelo que se dirigía al norte de La Florida en una aeronave que había sido reparada. El accidente ocurrió a la 1:30 de la tarde del sábado.
Márquez contó su historia de superación para “Un inmigrante en proceso” y dijo que el camino al éxito no fue para nada fácil: Llegó a Estados Unidos en 1989, con una visa de 30 días, como parte de la orquesta del bachatero Blas Durán.
Decidió quedarse indocumentado al ver a Estados Unidos como tierra de oportunidades para sus sueños.
Previo a ser piloto fue repartidor de volantes en las calles, después decidió hacer un curso de joyería mientras estudiaba inglés. Trabajó como joyero, fue conductor de camiones por años y logró graduarse como piloto comercial e instructor.
“Antes de terminar la escuela de piloto privado, no tenía cinco centavos en el banco e hice un préstamo personal para obtener mi pequeño avión antes de terminar, ya de ahí todo fue fluyendo positivamente”, confesó en el audiovisual.
El avión que pilotaba era un Cessna 335, que acababa de despegar del aeropuerto ejecutivo de Fort Laudardale con destino a Hilliard, una ciudad al norte de Florida.
La pequeña nave cayó en un centro de asistencia a niños con autismo que posteriormente se incendió. Los infantes no resultaron heridos, pero sí una profesora.
No ha sido identificada la otra persona que acompañaba al criollo.
Ahora este sueño fue destrozado. El hombre, nacido en Juan de Herrera, provincia San Juan, murió junto a otra persona tras estrellarse el avión que pilotaba en un vuelo que se dirigía al norte de La Florida en una aeronave que había sido reparada. El accidente ocurrió a la 1:30 de la tarde del sábado.
Márquez contó su historia de superación para “Un inmigrante en proceso” y dijo que el camino al éxito no fue para nada fácil: Llegó a Estados Unidos en 1989, con una visa de 30 días, como parte de la orquesta del bachatero Blas Durán.
Decidió quedarse indocumentado al ver a Estados Unidos como tierra de oportunidades para sus sueños.
Previo a ser piloto fue repartidor de volantes en las calles, después decidió hacer un curso de joyería mientras estudiaba inglés. Trabajó como joyero, fue conductor de camiones por años y logró graduarse como piloto comercial e instructor.
“Antes de terminar la escuela de piloto privado, no tenía cinco centavos en el banco e hice un préstamo personal para obtener mi pequeño avión antes de terminar, ya de ahí todo fue fluyendo positivamente”, confesó en el audiovisual.
El avión que pilotaba era un Cessna 335, que acababa de despegar del aeropuerto ejecutivo de Fort Laudardale con destino a Hilliard, una ciudad al norte de Florida.
La pequeña nave cayó en un centro de asistencia a niños con autismo que posteriormente se incendió. Los infantes no resultaron heridos, pero sí una profesora.
No ha sido identificada la otra persona que acompañaba al criollo.
(Fuente: listindiario.com)
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