Washington (Agencias)-. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que las tropas desplegadas en la frontera podrán abrir fuego en caso de que ser atacadas “con una piedra” por los miembros de la caravana procedente de Honduras, tal y como, según dijo, hicieron al entrar en México.
“Si alguien lanza piedras o rocas -como hicieron en México- se les podrá disparar, porque si te dan con una piedra en la cara...”, apuntó Trump durante una comparecencia en la Casa Blanca.
El mandatario volvió a insistir en que al entrar en México los integrantes de la caravana “pasaron por encima” de la policía de ese país e incluso hirieron a militares que habían acudido a la frontera para impedir la entrada de los migrantes.
El pasado 19 de octubre, seis policías acabaron lesionados cuando las cerca de 3.000 personas que por entonces integraban la caravana tiraron abajo una valla fronteriza que les impedía el paso, aunque las autoridades informaron de que las agresiones, con petardos y piedras, fueron llevadas a cabo por “personas ajenas a la propia caravana”.
Las palabras de Trump se producen días después de que el Gobierno de EE.UU. anunciará el envío de 5.239 soldados regulares al linde con su vecino del sur; una cifra que, como señaló el miércoles el propio presidente, podría llegar hasta los 15.000 militares.
“Nuestro Ejército se hará cargo”, aseguró hoy el mandatario, quien defendió la necesidad de recurrir a las Fuerzas Armadas debido a que las dos caravanas que avanzan desde México hacía el norte “está formada por gente muy dura”.
“Hasta México dijo que era gente dura. No les quieren en su país”, afirmó Trump, quien tan solo unos minutos antes había puesto en duda que esos migrantes abandonaran sus países por miedo, ya que, subrayó, las autoridades mexicanas les habían ofrecido “asilo y trabajo” y lo habían rechazado. “Emplearé todos los recursos a mi alcance para acabar con esta crisis (...). Debemos acabar el trabajo que empezamos, debemos ser duros”, advirtió.
En Washington la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, elogió a México por impedir que los migrantes consiguieran un transporte.
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MÉXICO RECHAZA DAR BUSES A LOS INMIGRANTES
Miles de migrantes reanudaron ayer su lenta marcha a través del sur de México luego de que las autoridades desoyeran su pedido de buses para llegar a la Ciudad de México. La caravana se dirige a la costa del Golfo, un camino más corto hacia la frontera con Texas. El grupo inició la caminata tras tomarse un día de descanso en Juchitán, en el estado de Oaxaca. Cansados, agobiados por el fuerte calor y la falta de agua y muchos enfermos, sobre todo los niños, los migrantes comenzaron a instalarse al llegar, como han hecho en otras paradas de su recorrido, en uno de los parques de la localidad.
“Si alguien lanza piedras o rocas -como hicieron en México- se les podrá disparar, porque si te dan con una piedra en la cara...”, apuntó Trump durante una comparecencia en la Casa Blanca.
El mandatario volvió a insistir en que al entrar en México los integrantes de la caravana “pasaron por encima” de la policía de ese país e incluso hirieron a militares que habían acudido a la frontera para impedir la entrada de los migrantes.
El pasado 19 de octubre, seis policías acabaron lesionados cuando las cerca de 3.000 personas que por entonces integraban la caravana tiraron abajo una valla fronteriza que les impedía el paso, aunque las autoridades informaron de que las agresiones, con petardos y piedras, fueron llevadas a cabo por “personas ajenas a la propia caravana”.
Las palabras de Trump se producen días después de que el Gobierno de EE.UU. anunciará el envío de 5.239 soldados regulares al linde con su vecino del sur; una cifra que, como señaló el miércoles el propio presidente, podría llegar hasta los 15.000 militares.
“Nuestro Ejército se hará cargo”, aseguró hoy el mandatario, quien defendió la necesidad de recurrir a las Fuerzas Armadas debido a que las dos caravanas que avanzan desde México hacía el norte “está formada por gente muy dura”.
“Hasta México dijo que era gente dura. No les quieren en su país”, afirmó Trump, quien tan solo unos minutos antes había puesto en duda que esos migrantes abandonaran sus países por miedo, ya que, subrayó, las autoridades mexicanas les habían ofrecido “asilo y trabajo” y lo habían rechazado. “Emplearé todos los recursos a mi alcance para acabar con esta crisis (...). Debemos acabar el trabajo que empezamos, debemos ser duros”, advirtió.
En Washington la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, elogió a México por impedir que los migrantes consiguieran un transporte.
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MÉXICO RECHAZA DAR BUSES A LOS INMIGRANTES
Miles de migrantes reanudaron ayer su lenta marcha a través del sur de México luego de que las autoridades desoyeran su pedido de buses para llegar a la Ciudad de México. La caravana se dirige a la costa del Golfo, un camino más corto hacia la frontera con Texas. El grupo inició la caminata tras tomarse un día de descanso en Juchitán, en el estado de Oaxaca. Cansados, agobiados por el fuerte calor y la falta de agua y muchos enfermos, sobre todo los niños, los migrantes comenzaron a instalarse al llegar, como han hecho en otras paradas de su recorrido, en uno de los parques de la localidad.
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