Buenos Aires (EFE-. Los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, hallado tras un año en el Atlántico Sur, dividen sus opiniones sobre si debe ser reflotado, un luto necesario para algunos y para otros un esfuerzo innecesario que el Gobierno argentino define como técnicamente imposible.
“Argentina no cuenta con medios técnicos para rescatar o reflotar el submarino, y no debe haber en el mundo ninguna tecnología para extraer de 900 metros de profundidad una mole de 2.300 toneladas de peso”, consideró Oscar Aguad, titular de Defensa argentino, a la radio local Mitre.
A través del ministro de Defensa, el Gobierno dejó claro que no cuenta con la capacidad técnica para recuperar el sumergible, y asevera que no hay ningún país en la actualidad que pueda hacerlo.
El ministro razonó que “no debe haber en el mundo ninguna tecnología” capaz de realizar un operación que “puede demorar años”.
La Armada Argentina confirmó que los restos del ARA San Juan fueron localizados en el fondo del océano Atlántico, justo un año y un día después de reportar su comunicación por última vez; y, con imágenes tomadas en el lugar, se detalló que la nave sufrió una implosión cuando desapareció y se partió en varias partes.
La empresa estadounidense Ocean Infinity, contratada por el Ejecutivo y que había cumplido con el tiempo acordado para la búsqueda, encontró el sumergible a 907 metros de profundidad y a 500 kilómetros de la costa argentina.
La mayoría de los familiares todavía se encontraba en la base naval de Mar del Plata, lugar donde el submarino debió haber llegado un año atrás para completar la misión en la que se perdió su rastro, cuando recibieron la noticia.
El 15 de noviembre, participaron de un homenaje en el que reivindicaron sus desacuerdos con el tratamiento del caso por parte del Gobierno de Mauricio Macri, y denunciaron que, durante un año, se habían sentido “abandonados”.
Jorge Bergallo, excomandante de la Fragata Libertad perteneciente a la Armada y padre del capitán de Corbeta Jorge Ignacio Bergallo, fue uno de los familiares que se manifestó contrario a la extracción de la nave.
“Preferiría no tener que pasar por el trance de que suban lo que quedó del submarino y tener que reconocer cuerpos que llevan un año sumergidos”, confesó al canal TN el también integrante de la comisión oficial de la investigación. Una necesidad que, a su juicio, los familiares no tienen por qué pasar.
“A lo mejor quien dice ‘yo quiero verlo’ es producto de un estado emocional que a mí también me embarga”, declaró antes de lanzar la pregunta que transita las mentes de algunos de los allegados, “¿Para qué?”.
“Una verdad con la que estamos comprometidos desde el primer día y que es necesaria para honrar y respetar a nuestros héroes y sus familiares, a los que deseo toda la fuerza para superar este gran dolor”, expresó el presidente Macri en un video institucional grabado en la residencia presidencial de la localidad bonaerense de Olivos.
“Argentina no cuenta con medios técnicos para rescatar o reflotar el submarino, y no debe haber en el mundo ninguna tecnología para extraer de 900 metros de profundidad una mole de 2.300 toneladas de peso”, consideró Oscar Aguad, titular de Defensa argentino, a la radio local Mitre.
A través del ministro de Defensa, el Gobierno dejó claro que no cuenta con la capacidad técnica para recuperar el sumergible, y asevera que no hay ningún país en la actualidad que pueda hacerlo.
El ministro razonó que “no debe haber en el mundo ninguna tecnología” capaz de realizar un operación que “puede demorar años”.
La Armada Argentina confirmó que los restos del ARA San Juan fueron localizados en el fondo del océano Atlántico, justo un año y un día después de reportar su comunicación por última vez; y, con imágenes tomadas en el lugar, se detalló que la nave sufrió una implosión cuando desapareció y se partió en varias partes.
La empresa estadounidense Ocean Infinity, contratada por el Ejecutivo y que había cumplido con el tiempo acordado para la búsqueda, encontró el sumergible a 907 metros de profundidad y a 500 kilómetros de la costa argentina.
La mayoría de los familiares todavía se encontraba en la base naval de Mar del Plata, lugar donde el submarino debió haber llegado un año atrás para completar la misión en la que se perdió su rastro, cuando recibieron la noticia.
El 15 de noviembre, participaron de un homenaje en el que reivindicaron sus desacuerdos con el tratamiento del caso por parte del Gobierno de Mauricio Macri, y denunciaron que, durante un año, se habían sentido “abandonados”.
Jorge Bergallo, excomandante de la Fragata Libertad perteneciente a la Armada y padre del capitán de Corbeta Jorge Ignacio Bergallo, fue uno de los familiares que se manifestó contrario a la extracción de la nave.
“Preferiría no tener que pasar por el trance de que suban lo que quedó del submarino y tener que reconocer cuerpos que llevan un año sumergidos”, confesó al canal TN el también integrante de la comisión oficial de la investigación. Una necesidad que, a su juicio, los familiares no tienen por qué pasar.
“A lo mejor quien dice ‘yo quiero verlo’ es producto de un estado emocional que a mí también me embarga”, declaró antes de lanzar la pregunta que transita las mentes de algunos de los allegados, “¿Para qué?”.
“Una verdad con la que estamos comprometidos desde el primer día y que es necesaria para honrar y respetar a nuestros héroes y sus familiares, a los que deseo toda la fuerza para superar este gran dolor”, expresó el presidente Macri en un video institucional grabado en la residencia presidencial de la localidad bonaerense de Olivos.
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