PANAMÁ (EFE)-. El Gobierno de Panamá dijo hoy que está analizando que la embajada de China sea construida en una zona ubicada a orillas del canal interoceánico, por donde pasa el 6 por ciento del comercio mundial y cuyo principal usuario es Estados Unidos.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, reconoció este miércoles que la conocida como Calzada de Amador, que fue una zona controlada por Estados Unidos cuando administraba el Canal, es una de las opciones que se están barajando, pero aclaró que la decisión aún no está tomada y que hay otras opciones.
“Es un tema interno que maneja el Gobierno con otro Gobierno y que en su momento se tomará una decisión (...) se han evaluado diferentes, varias opciones en Clayton, Amador, en diferentes puntos, pero al final siempre buscamos los consensos porque es un tema a muy largo plazo que pasa más a allá del término de Gobierno nuestro”, indicó el mandatario en declaraciones a los medios.
Amador, también conocida como “Causeway”, es un paseo marítimo recientemente reformado que une la ciudad de Panamá con un conjunto de islas del Pacífico llenas de restaurantes y en donde se ubica uno de los museos más importantes del país, el Biomuseo, diseñado por el reconocido arquitecto Frank Gehry.
La calzada, donde esta construyendo también un nuevo centro de convenciones y un puerto de cruceros a manos de un grupo de chino, ofrece unas vistas privilegiadas del Canal de Panamá, una de las grandes obras de la ingeniería moderna construida y administrada por Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 1999.
Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán el pasado junio y las entabló con China, con quien acordó cederse durante un periodo de 70 años terrenos públicos para ubicar sus respectivas embajadas.
“En la historia de Panamá nunca hemos recibido en reciprocidad tierras y activos en otros países”, explicó Varela.
La embajada de Panamá en el gigante asiático se ubicará en dos inmuebles del complejo diplomático Liangmaqiao, en Pekín, según el acuerdo al que llegaron las naciones, mientras que la localización de la delegación china está aún por decidir, de acuerdo con la información de la Asamblea Nacional de Panamá.
El giro diplomático de Panamá y de otros países de la región, como República Dominicana y El Salvador, ha provocado que el Gobierno del presidente Donald Trump llamase a consultas el pasado 7 de agosto a varios de sus diplomáticos en esos países.
El presidente Varela insistió este miércoles en que no existe “ningún tipo de tensión” con Estados Unidos por los nuevos nexos entablados con Pekín y declaró que “Panamá es un país soberano, neutral, que abre sus puertas y su canal al mundo”.
Varios medios de comunicación publicaron la semana pasada que un grupo de diputados se opone a que la embajada china se ubique en Amador, ya que consideran que es una ofensa a la soberanía del país y que podría incluso ocasionar un roce diplomático con Estados Unidos.
Taiwán, a quien solo le queda 17 aliadas y 9 de ellos se encuentran en Latinoamérica, se considera un territorio soberano desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a la patria común.
Taiwán, además, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un eventual conflicto bélico con China, en virtud de un acuerdo firmado en 1979.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, reconoció este miércoles que la conocida como Calzada de Amador, que fue una zona controlada por Estados Unidos cuando administraba el Canal, es una de las opciones que se están barajando, pero aclaró que la decisión aún no está tomada y que hay otras opciones.
“Es un tema interno que maneja el Gobierno con otro Gobierno y que en su momento se tomará una decisión (...) se han evaluado diferentes, varias opciones en Clayton, Amador, en diferentes puntos, pero al final siempre buscamos los consensos porque es un tema a muy largo plazo que pasa más a allá del término de Gobierno nuestro”, indicó el mandatario en declaraciones a los medios.
Amador, también conocida como “Causeway”, es un paseo marítimo recientemente reformado que une la ciudad de Panamá con un conjunto de islas del Pacífico llenas de restaurantes y en donde se ubica uno de los museos más importantes del país, el Biomuseo, diseñado por el reconocido arquitecto Frank Gehry.
La calzada, donde esta construyendo también un nuevo centro de convenciones y un puerto de cruceros a manos de un grupo de chino, ofrece unas vistas privilegiadas del Canal de Panamá, una de las grandes obras de la ingeniería moderna construida y administrada por Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 1999.
Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán el pasado junio y las entabló con China, con quien acordó cederse durante un periodo de 70 años terrenos públicos para ubicar sus respectivas embajadas.
“En la historia de Panamá nunca hemos recibido en reciprocidad tierras y activos en otros países”, explicó Varela.
La embajada de Panamá en el gigante asiático se ubicará en dos inmuebles del complejo diplomático Liangmaqiao, en Pekín, según el acuerdo al que llegaron las naciones, mientras que la localización de la delegación china está aún por decidir, de acuerdo con la información de la Asamblea Nacional de Panamá.
El giro diplomático de Panamá y de otros países de la región, como República Dominicana y El Salvador, ha provocado que el Gobierno del presidente Donald Trump llamase a consultas el pasado 7 de agosto a varios de sus diplomáticos en esos países.
El presidente Varela insistió este miércoles en que no existe “ningún tipo de tensión” con Estados Unidos por los nuevos nexos entablados con Pekín y declaró que “Panamá es un país soberano, neutral, que abre sus puertas y su canal al mundo”.
Varios medios de comunicación publicaron la semana pasada que un grupo de diputados se opone a que la embajada china se ubique en Amador, ya que consideran que es una ofensa a la soberanía del país y que podría incluso ocasionar un roce diplomático con Estados Unidos.
Taiwán, a quien solo le queda 17 aliadas y 9 de ellos se encuentran en Latinoamérica, se considera un territorio soberano desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a la patria común.
Taiwán, además, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un eventual conflicto bélico con China, en virtud de un acuerdo firmado en 1979.
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