Santo Domingo -. Familiares de Anny Montero, la sargento de la Policía Nacional que se suicidó en uno de los baños de la Embajada de Estados Unidos, revelaron el nombre del oficial superior que supuestamente la chantajeaba.
Se trata del superior Luis Rafael Villar Tejeda, quien presuntamente extorsionaba a Montero con la existencia de un video de estos teniendo relaciones.
“Ellos tenían una relación pero luego de que Anny se dio cuenta de que él estaba con otra amiga de ella decidió terminar, en ese momento fue que le enseñó el video de ellos y desde ahí empezó el chantaje para que no hablara”, expresó Jorge Luis Montero, hermano de Anny.
La familia Montero también reclama que hasta el día de hoy no han obtenido respuestas de las investigaciones por parte de la Policía Nacional, por lo que consideran que Villar Tejada es protegido por el cuerpo castrense.
“Ni la Digessett, ni la Policía, ni la gente de la Embajada nos han dicho nada. Nosotros no sabemos en qué están las investigaciones, ni cómo va el proceso”, exclamó Kelvin Montero al LISTÍN DIARIO.
Anny de 32 años, tenía más de 10 años trabajando para la Digesett, y se había graduado de psicología clínica hace un año.
Montero dejó en la orfandad a un niño de siete años y era la única mujer de una familia de siete hermanos oriundos de San Juan de la Maguana.
Se trata del superior Luis Rafael Villar Tejeda, quien presuntamente extorsionaba a Montero con la existencia de un video de estos teniendo relaciones.
“Ellos tenían una relación pero luego de que Anny se dio cuenta de que él estaba con otra amiga de ella decidió terminar, en ese momento fue que le enseñó el video de ellos y desde ahí empezó el chantaje para que no hablara”, expresó Jorge Luis Montero, hermano de Anny.
La familia Montero también reclama que hasta el día de hoy no han obtenido respuestas de las investigaciones por parte de la Policía Nacional, por lo que consideran que Villar Tejada es protegido por el cuerpo castrense.
“Ni la Digessett, ni la Policía, ni la gente de la Embajada nos han dicho nada. Nosotros no sabemos en qué están las investigaciones, ni cómo va el proceso”, exclamó Kelvin Montero al LISTÍN DIARIO.
Anny de 32 años, tenía más de 10 años trabajando para la Digesett, y se había graduado de psicología clínica hace un año.
Montero dejó en la orfandad a un niño de siete años y era la única mujer de una familia de siete hermanos oriundos de San Juan de la Maguana.
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