El pasado domingo 26 de agosto, tres ciudadanos belgas agredieron de manera verbal y física al joven Leroy Erwin Abraham Encarnación, menor de edad, de madre dominicana, amparado en pasaporte del Reino de España y residencia belga.
Los hechos acontecieron en la estación de tren Aarschot, en la comunidad belga del mismo nombre, mientras el joven Encarnación esperaba el tren junto a varios familiares. Según los indicios, la agresión estuvo motivada por el origen étnico del agredido.
Sin importar la nacionalidad del agraviado, condenamos de manera enérgica todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia vinculadas al origen de una persona, en este caso menor de edad. Ya el ministro belga de Inmigración ha condenado el hecho públicamente.
Actualmente, la embajada dominicana en el Reino de Bélgica da seguimiento a la denuncia con la finalidad de que este acto no quede impune, y se ha puesto en contacto con las autoridades policiales y los familiares del joven.
En ese sentido, agradecemos a las fuerzas policiales su rápida acción en la identificación y detención de los agresores. El principal sospechoso fue apresado y las otras dos personas involucradas ya han sido presentadas ante un juez. Igualmente, saludamos la decidida reprobación de los hechos expresada por Théo Francken, secretario de Estado de Asilo y Migración de Bélgica, y las autoridades de la localidad de Aarschot, en la persona del alcade André Peeters.
“Estamos seguros de que se dará el debido curso a la denuncia presentada por el joven Abraham Encarnación y confiamos en que este tipo de ataques no se repetirá”, indica en un comunicado.
La acción de estos desaprensivos no refleja, de ninguna manera, la actitud de apertura y tolerancia y los sentimientos que los belgas han tenido siempre para nuestros ciudadanos.
(Fuente: elcaribe.com.do)
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