Washington, DC (Agencias)-. Cediendo a la presión de aliados ansiosos, el presidente Donald Trump firmó ayer miércoles una orden ejecutiva que pondrá fin a la separación de las familias que son detenidas al entrar a Estados Unidos sin autorización.
Fue un giro drástico para Trump, quien equivocadamente ha insistido en que no tiene más opción que separar a las familias porque está obligado por la ley y un fallo judicial.
En las noticias de los últimos días han primado las imágenes de niños encerrados en jaulas en la frontera, y grabaciones de audio de niños que lloran y claman por sus padres. Las imágenes han causado enojo, cuestionamientos sobre moralidad y preocupación de los republicanos sobre el impacto negativo en las elecciones de medio periodo en noviembre.
Hasta ayer, el presidente, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y otros funcionarios habían reiterado que la única manera de poner fin a las separaciones era mediante una nueva ley aprobada en el Congreso, pero los demócratas insistían en que podría hacerse con la firma de Trump. Eso fue lo que hizo el miércoles.
“Vamos a tener fronteras muy, muy seguras, pero mantendremos unidas a las familias”, dijo Trump y agregó que no le gustaba la “imagen” ni el “sentimiento” de los niños separados de sus padres.
Agregó que su orden no acabaría con la política de “tolerancia cero” que procesa a los adultos que son detenidos al cruzar la frontera sin autorización. La orden tiene el objetivo de mantener a las familias unidas mientras son detenidas, acelerar sus casos y pedirle al Departamento de Defensa que ayude a hospedar a las familias.
La primera dama también ha sido partícipe. Melania Trump “lleva un rato” pidiendo al presidente Donald Trump que “haga todo lo que pueda para que las familias permanezcan unidas, ya sea trabajando con el Congreso o cualquier cosa que pueda hacer él mismo”, informó un funcionario de la Casa Blanca.
Asimismo, en Londres, la primera ministra británica Theresa May dijo que está mal la política estadounidense de separar a las familias de migrantes, pero rechazó los llamados para cancelar la visita que hará el presidente Donald Trump el mes entrante.
Legisladores de la oposición la criticaron por no hablar en términos más fuertes sobre el gobierno de Trump.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó de “inaceptable” e “incorrecta” la política estadounidense de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México antes de detenerlos.
Descubre en Nueva York a 239 niños migrantes
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, fue informado que 239 niños migrantes que fueron separados de sus padres por funcionarios de inmigración están alojados en el barrio de Harlem. Después de una visita al Centro Cayuga, el alcalde dijo que entre los menores estaba un niño hondureño de nueve años, llamado Edie, que fue enviado 3,200 kilómetros (2,000 millas) en autobús hasta las instalaciones de Nueva York.
Fue un giro drástico para Trump, quien equivocadamente ha insistido en que no tiene más opción que separar a las familias porque está obligado por la ley y un fallo judicial.
En las noticias de los últimos días han primado las imágenes de niños encerrados en jaulas en la frontera, y grabaciones de audio de niños que lloran y claman por sus padres. Las imágenes han causado enojo, cuestionamientos sobre moralidad y preocupación de los republicanos sobre el impacto negativo en las elecciones de medio periodo en noviembre.
Hasta ayer, el presidente, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y otros funcionarios habían reiterado que la única manera de poner fin a las separaciones era mediante una nueva ley aprobada en el Congreso, pero los demócratas insistían en que podría hacerse con la firma de Trump. Eso fue lo que hizo el miércoles.
“Vamos a tener fronteras muy, muy seguras, pero mantendremos unidas a las familias”, dijo Trump y agregó que no le gustaba la “imagen” ni el “sentimiento” de los niños separados de sus padres.
Agregó que su orden no acabaría con la política de “tolerancia cero” que procesa a los adultos que son detenidos al cruzar la frontera sin autorización. La orden tiene el objetivo de mantener a las familias unidas mientras son detenidas, acelerar sus casos y pedirle al Departamento de Defensa que ayude a hospedar a las familias.
La primera dama también ha sido partícipe. Melania Trump “lleva un rato” pidiendo al presidente Donald Trump que “haga todo lo que pueda para que las familias permanezcan unidas, ya sea trabajando con el Congreso o cualquier cosa que pueda hacer él mismo”, informó un funcionario de la Casa Blanca.
Asimismo, en Londres, la primera ministra británica Theresa May dijo que está mal la política estadounidense de separar a las familias de migrantes, pero rechazó los llamados para cancelar la visita que hará el presidente Donald Trump el mes entrante.
Legisladores de la oposición la criticaron por no hablar en términos más fuertes sobre el gobierno de Trump.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó de “inaceptable” e “incorrecta” la política estadounidense de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México antes de detenerlos.
Descubre en Nueva York a 239 niños migrantes
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, fue informado que 239 niños migrantes que fueron separados de sus padres por funcionarios de inmigración están alojados en el barrio de Harlem. Después de una visita al Centro Cayuga, el alcalde dijo que entre los menores estaba un niño hondureño de nueve años, llamado Edie, que fue enviado 3,200 kilómetros (2,000 millas) en autobús hasta las instalaciones de Nueva York.
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