MIAMI. (EFE)- Una terapia consistente en inyectar anticuerpos de mujeres afectadas por el zika a primates embarazadas logró evitar el contagio de la madre, pero no el del feto, informó hoy la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
"Prevenir la infección de la madre puede ser más fácil que encontrar una terapia para el feto", aseguró David Watkins, uno de los investigadores principales del estudio. Por otro lado, señaló que la investigación evidencia que las pruebas del virus del zika en las madres no siempre muestran "si el feto está o no infectado".
El científico Diogo Magnani detalló que a tres macacos rhesus preñadas se les inyectó un cóctel de anticuerpos provenientes de una paciente que contrajo zika en Brasil y se produjo una alta tasa de complicaciones en el desarrollo fetal.
El zika, una enfermedad vírica que se contrae principalmente por la picadura de ciertos mosquitos, aunque también por vía sexual, encendió las luces de alerta sanitaria en el mundo debido a su propagación a 36 países, principalmente de América Latina, en 2016. Magnani, que publicó recientemente un estudio sobre el tema en la revista "Nature", precisó que el virus aislado de mujeres embarazadas en Río de Janeiro causó infección fetal en macacos preñadas.
El coctel de anticuerpos fue "efectivo para eliminar el virus de la sangre de las madres, pero no fue suficiente para eliminar el virus del zika del líquido amniótico", detalló Magnani.
La infección resultó en el cruce del virus al líquido amniótico, lo que provocó la muerte del feto.
Por otro lado, los investigadores encontraron que no hubo mutaciones del virus u otros factores implicados en esos resultados. De esa forma, determinaron que es necesario desarrollar terapias específicas para detener la transmisión de madre a feto y tratar a los fetos infectados.
Las investigaciones contaron con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Comunitaria Judía Jacobson, la Fundación Clarence Wolf Jr. y Alma B. Wolf.
Las mujeres, principalmente las embarazadas o en edad reproductiva, continúan siendo el principal foco de atención para las autoridades, debido al vínculo entre el virus del zika y los defectos congénitos como la microcefalia.
El número de casos de bebés con defectos de nacimiento relacionados con el zika aumentó un 21 % en la segunda mitad de 2016 en las zonas donde hubo transmisión local del virus en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
"Prevenir la infección de la madre puede ser más fácil que encontrar una terapia para el feto", aseguró David Watkins, uno de los investigadores principales del estudio. Por otro lado, señaló que la investigación evidencia que las pruebas del virus del zika en las madres no siempre muestran "si el feto está o no infectado".
El científico Diogo Magnani detalló que a tres macacos rhesus preñadas se les inyectó un cóctel de anticuerpos provenientes de una paciente que contrajo zika en Brasil y se produjo una alta tasa de complicaciones en el desarrollo fetal.
El zika, una enfermedad vírica que se contrae principalmente por la picadura de ciertos mosquitos, aunque también por vía sexual, encendió las luces de alerta sanitaria en el mundo debido a su propagación a 36 países, principalmente de América Latina, en 2016. Magnani, que publicó recientemente un estudio sobre el tema en la revista "Nature", precisó que el virus aislado de mujeres embarazadas en Río de Janeiro causó infección fetal en macacos preñadas.
El coctel de anticuerpos fue "efectivo para eliminar el virus de la sangre de las madres, pero no fue suficiente para eliminar el virus del zika del líquido amniótico", detalló Magnani.
La infección resultó en el cruce del virus al líquido amniótico, lo que provocó la muerte del feto.
Por otro lado, los investigadores encontraron que no hubo mutaciones del virus u otros factores implicados en esos resultados. De esa forma, determinaron que es necesario desarrollar terapias específicas para detener la transmisión de madre a feto y tratar a los fetos infectados.
Las investigaciones contaron con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Comunitaria Judía Jacobson, la Fundación Clarence Wolf Jr. y Alma B. Wolf.
Las mujeres, principalmente las embarazadas o en edad reproductiva, continúan siendo el principal foco de atención para las autoridades, debido al vínculo entre el virus del zika y los defectos congénitos como la microcefalia.
El número de casos de bebés con defectos de nacimiento relacionados con el zika aumentó un 21 % en la segunda mitad de 2016 en las zonas donde hubo transmisión local del virus en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
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