FILADELFIA (AP)-. La segunda tormenta invernal en azotar el noreste de Estados Unidos en menos de una semana provocó fuertes nevadas el miércoles en un rincón del país en donde decenas de miles de personas seguían esperando la restauración del servicio eléctrico, consecuencia de la tormenta anterior.
La tormenta provocó el cierre de escuelas, negocios y oficinas gubernamentales. Los vuelos también se vieron afectados y aumentaron los temores de otra ronda de árboles caídos y de apagones conforme avanza por la costa Este del país.
La tormenta trajo consigo nieve y truenos en toda el área que va desde Filadelfia hasta la ciudad de Nueva York.
“No creo que esté lista para vivir esto nuevamente”, dijo Caprice Dantzler, de 32 años, mientras caminaba a través de la nieve en el parque Rittenhouse de Filadelfia. Agregó que todavía no habían quitado muchos de los árboles que cayeron sobre automóviles y casas, y que habían bloqueado caminos durante la última tormenta.
Una mezcla de nieve y lluvia ligera cayó antes del amanecer en muchas zonas y horas más tarde se convirtió en una nevada, por lo que era peligroso conducir sobre los caminos.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta de tormenta invernal para el jueves por la mañana desde al área de Filadelfia hasta casi toda Nueva Inglaterra. Los meteorólogos dijeron que las acumulaciones de nieve podían superar fácilmente los 30 centímetros (un pie) en Pensilvania, Nueva Jersey y la Ciudad de Nueva York y en zonas de Massachusetts podrían superar los 45 centímetros (pie y medio).
Más de 2,000 vuelos en toda la región, 1,900 tan solo en el área metropolitana de Nueva York, fueron cancelados, una cifra que podría aumentar conforme se deterioran las condiciones.
El tránsito de la mañana transcurrió de forma habitual en la mayoría de las zonas, debido a que la tormenta todavía no había azotado con gran fuerza. Sin embargo, se exhortó a los automovilistas a que evitaran conducir para que las cuadrillas pudieran limpiar los caminos. Tanto Pensilvania como Nueva York prohibieron el uso de grandes equipos en algunas de las principales carreteras.
La tormenta provocó el cierre de escuelas, negocios y oficinas gubernamentales. Los vuelos también se vieron afectados y aumentaron los temores de otra ronda de árboles caídos y de apagones conforme avanza por la costa Este del país.
La tormenta trajo consigo nieve y truenos en toda el área que va desde Filadelfia hasta la ciudad de Nueva York.
“No creo que esté lista para vivir esto nuevamente”, dijo Caprice Dantzler, de 32 años, mientras caminaba a través de la nieve en el parque Rittenhouse de Filadelfia. Agregó que todavía no habían quitado muchos de los árboles que cayeron sobre automóviles y casas, y que habían bloqueado caminos durante la última tormenta.
Una mezcla de nieve y lluvia ligera cayó antes del amanecer en muchas zonas y horas más tarde se convirtió en una nevada, por lo que era peligroso conducir sobre los caminos.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta de tormenta invernal para el jueves por la mañana desde al área de Filadelfia hasta casi toda Nueva Inglaterra. Los meteorólogos dijeron que las acumulaciones de nieve podían superar fácilmente los 30 centímetros (un pie) en Pensilvania, Nueva Jersey y la Ciudad de Nueva York y en zonas de Massachusetts podrían superar los 45 centímetros (pie y medio).
Más de 2,000 vuelos en toda la región, 1,900 tan solo en el área metropolitana de Nueva York, fueron cancelados, una cifra que podría aumentar conforme se deterioran las condiciones.
El tránsito de la mañana transcurrió de forma habitual en la mayoría de las zonas, debido a que la tormenta todavía no había azotado con gran fuerza. Sin embargo, se exhortó a los automovilistas a que evitaran conducir para que las cuadrillas pudieran limpiar los caminos. Tanto Pensilvania como Nueva York prohibieron el uso de grandes equipos en algunas de las principales carreteras.
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