Agencias-. Recientemente, Google se asoció con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para ayudar al Pentágono a desarrollar inteligencia artificial para analizar secuencias de drones, una decisión que desencadenó el descontento generalizado entre los empleados del gigante de Internet cuando se enteraron de la participación de su empresa en dicho proyecto, según informa Gizmodo.
Muchos trabajadores de Google se indignaron al saber que la compañía está dispuesta a ofrecer recursos a los militares para mejorar sus tecnologías de vigilancia mediante aviones no tripulados dentro del contexto del Proyecto Maven, creado por el Pentágono. Asimismo, otros empleados de la empresa plantean la falta de ética que conlleva el desarrollo de dichos dispositivos automáticos.
“Existe una preocupación generalizada en la comunidad tecnológica de que el complejo industrial-militar utilice sus cosas para matar gente de manera incorrecta”, explicó el pasado noviembre Eric Schmidt, quien fuera director ejecutivo de Google desde 2001 hasta 2011. Sin embargo, Schmidt asegura que esta colaboración con el Pentágono no tiene una finalidad bélica.
El Proyecto Maven, también conocido como ‘Equipo interfuncional de guerra algorítimica’, es una iniciativa fundada en abril de 2017 dedicada a las innovaciones basadas en inteligencia artificial. El Departamento de Defensa estadounidense invirtió en áreas relacionadas con esta tecnología 7.400 millones de dólares tan solo en el pasado año, según informó el Wall Street Journal.
La primera tarea llevada a cabo por el proyecto fue ayudar al Pentágono a procesar todas las imágenes que registran a diario sus drones aéreos, una tarea imposible de realizar por analistas humanos, según explicó Greg Allen, un miembro adjunto del Centro para la Nueva Seguridad Americana y coautor del informe elaborado en julio de 2017 sobre el uso militar de la inteligencia artificial.
Según los expertos, EE.UU. se encuentra actualmente en medio de una carrera armamentística de inteligencia artificial. Por su parte, un portavoz del Departamento de Defensa se negó a revelar si Google es su único socio industrial privado en el Proyecto Maven, así como tampoco quiso dar ningún dato acerca del papel llevado a cabo por la compañía dentro de dicho proyecto, alegando que “no pueden hacer ningún comentario sobre los detalles del contrato, incluidos los nombres y las identidades de los contratistas y subcontratistas del programa”.
Muchos trabajadores de Google se indignaron al saber que la compañía está dispuesta a ofrecer recursos a los militares para mejorar sus tecnologías de vigilancia mediante aviones no tripulados dentro del contexto del Proyecto Maven, creado por el Pentágono. Asimismo, otros empleados de la empresa plantean la falta de ética que conlleva el desarrollo de dichos dispositivos automáticos.
“Existe una preocupación generalizada en la comunidad tecnológica de que el complejo industrial-militar utilice sus cosas para matar gente de manera incorrecta”, explicó el pasado noviembre Eric Schmidt, quien fuera director ejecutivo de Google desde 2001 hasta 2011. Sin embargo, Schmidt asegura que esta colaboración con el Pentágono no tiene una finalidad bélica.
El Proyecto Maven, también conocido como ‘Equipo interfuncional de guerra algorítimica’, es una iniciativa fundada en abril de 2017 dedicada a las innovaciones basadas en inteligencia artificial. El Departamento de Defensa estadounidense invirtió en áreas relacionadas con esta tecnología 7.400 millones de dólares tan solo en el pasado año, según informó el Wall Street Journal.
La primera tarea llevada a cabo por el proyecto fue ayudar al Pentágono a procesar todas las imágenes que registran a diario sus drones aéreos, una tarea imposible de realizar por analistas humanos, según explicó Greg Allen, un miembro adjunto del Centro para la Nueva Seguridad Americana y coautor del informe elaborado en julio de 2017 sobre el uso militar de la inteligencia artificial.
Según los expertos, EE.UU. se encuentra actualmente en medio de una carrera armamentística de inteligencia artificial. Por su parte, un portavoz del Departamento de Defensa se negó a revelar si Google es su único socio industrial privado en el Proyecto Maven, así como tampoco quiso dar ningún dato acerca del papel llevado a cabo por la compañía dentro de dicho proyecto, alegando que “no pueden hacer ningún comentario sobre los detalles del contrato, incluidos los nombres y las identidades de los contratistas y subcontratistas del programa”.
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