SAN JOSÉ (EFE)-. Los costarricenses deberán acudir de nuevo a las urnas el próximo 1 de abril para elegir a su presidente para el periodo 2018-2022, en una segunda vuelta entre el oficialista Carlos Alvarado y el evangélico conservador Fabricio Alvarado.
En los comicios celebrados este domingo en Costa Rica, Fabricio Alvarado, un periodista y predicador evangélico del Partido Restauración Nacional, obtuvo un 24,78 por ciento de votos con el 86,57 por ciento de mesas escrutadas, mientras Carlos Alvarado, del gobernante Partido Acción Ciudadana logró de segundo con 21,74 por ciento.
El tercer lugar lo ocupó el acaudalado empresario Antonio Álvarez, del poderoso Partido Liberación Nacional, con un 18,67 por ciento, quien aceptó la derrota y felicitó a los dos candidatos que avanzaron a la segunda vuelta.
Luego, aparecen los restantes diez aspirantes a la presidencia.
Dos posiciones equidistantes en materia de derechos humanos se enfrentarán en la segunda vuelta, pues Carlos Alvarado apoya el matrimonio igualitario y los derechos familiares de la comunidad sexualmente diversa, mientras Fabricio Alvarado está rotundamente en contra.
Este asunto fue la principal bandera de campaña del candidato evangélico, con lo que consiguió ascender y aglutinar al sector conservador del país mediante una promesa de “proteger los valores y principios de la sociedad costarricenses”, así como a las familias.
El candidato, de 43 años de edad, continuó en esa misma línea en su discurso de victoria, pronunciado frente a una multitud de seguidores en el salón de un hotel de San José.
“Ha sido un movimiento de la gente, de la gente que ama este país, que ama los principios y valores. Gente que ha estado mucho tiempo en silencio y ese silencio se convirtió en el grito de unidad, ese grito intenso a favor de los valores, del cansancio y de frustración de ver cómo íbamos perdiendo nuestra soberanía”, expresó Alvarado.
El aspirante presidencial ha sido duro crítico de un criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que insta a Costa Rica a aprobar el matrimonio gay, que Alvarado considera una intromisión en los asuntos internos del país.
En su alocución, Fabricio Alvarado pidió una campaña “austera y limpia” para la segunda vuelta, y aseguró que él es el verdadero progresista porque “no hay nada más progresista que defender la vida y la familia”.
Por su parte, Carlos Alvarado, de 38 años, quien se define como un “centroprogresista”, quiso posicionar en la campaña los problemas económicos del país y su propuesta de reforma fiscal para solucionarlos.
En su discurso de este domingo hizo un llamamiento a todos los partidos a trabajar por el país y a “construir puentes” para resolver los problemas de la economía y otros como la pobreza, mediante un Gobierno de “unidad nacional”.
“El próximo gobierno requiere de un gobierno de unidad nacional que lo haga para todos los costarricenses, que lleve el diálogo y respete la diferencia, y que sepa transformar el país”, anunció Carlos Alvarado.
El periodista alertó del “momento de complejidad pero también de oportunidad con grandes retos” que atraviesa Costa Rica en diversas áreas como la economía, el cambio climático, la movilidad, el transporte, la educación o la seguridad.
“Todas esas materias requieren de buenos programas, de buenas propuestas, de buenos equipos que saquen este país adelante y que recuperen ese lugar de liderazgo entre las naciones, y lo podemos conseguir, se puede estar ahí arriba”, aseveró.
Esto es especialmente importante, pues según las proyecciones de la elección, habrá una Asamblea Legislativa integrada por 57 diputados y fraccionada en al menos siete partidos, ninguno con una mayoría contundente.
El partido de Fabricio Alvarado obtiene 14 legisladores como la segunda fuerza en el Congreso por detrás del PLN (17), y por encima de su rival en segunda ronda, el PAC, que solo contabiliza 9 legisladores.
El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, aseguró que la jornada electoral transcurrió “sin incidencias ni perturbaciones”, y que los votantes “ratificaron su honda devoción democrática de nuestro pueblo”.
El funcionario pidió a los candidatos ganadores “sabiduría” y a los perdedores aceptar con “hidalguía democrática” los resultados.
El Tribunal no declarará un resultado oficialmente hasta que no termine el escrutinio definitivo de los votos, el cual comenzará el próximo martes.
En total 3,3 millones de costarricenses estuvieron convocados a las elecciones, de los cuales participaron el 66,20 por ciento.
En los comicios celebrados este domingo en Costa Rica, Fabricio Alvarado, un periodista y predicador evangélico del Partido Restauración Nacional, obtuvo un 24,78 por ciento de votos con el 86,57 por ciento de mesas escrutadas, mientras Carlos Alvarado, del gobernante Partido Acción Ciudadana logró de segundo con 21,74 por ciento.
El tercer lugar lo ocupó el acaudalado empresario Antonio Álvarez, del poderoso Partido Liberación Nacional, con un 18,67 por ciento, quien aceptó la derrota y felicitó a los dos candidatos que avanzaron a la segunda vuelta.
Luego, aparecen los restantes diez aspirantes a la presidencia.
Dos posiciones equidistantes en materia de derechos humanos se enfrentarán en la segunda vuelta, pues Carlos Alvarado apoya el matrimonio igualitario y los derechos familiares de la comunidad sexualmente diversa, mientras Fabricio Alvarado está rotundamente en contra.
Este asunto fue la principal bandera de campaña del candidato evangélico, con lo que consiguió ascender y aglutinar al sector conservador del país mediante una promesa de “proteger los valores y principios de la sociedad costarricenses”, así como a las familias.
El candidato, de 43 años de edad, continuó en esa misma línea en su discurso de victoria, pronunciado frente a una multitud de seguidores en el salón de un hotel de San José.
“Ha sido un movimiento de la gente, de la gente que ama este país, que ama los principios y valores. Gente que ha estado mucho tiempo en silencio y ese silencio se convirtió en el grito de unidad, ese grito intenso a favor de los valores, del cansancio y de frustración de ver cómo íbamos perdiendo nuestra soberanía”, expresó Alvarado.
El aspirante presidencial ha sido duro crítico de un criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que insta a Costa Rica a aprobar el matrimonio gay, que Alvarado considera una intromisión en los asuntos internos del país.
En su alocución, Fabricio Alvarado pidió una campaña “austera y limpia” para la segunda vuelta, y aseguró que él es el verdadero progresista porque “no hay nada más progresista que defender la vida y la familia”.
Por su parte, Carlos Alvarado, de 38 años, quien se define como un “centroprogresista”, quiso posicionar en la campaña los problemas económicos del país y su propuesta de reforma fiscal para solucionarlos.
En su discurso de este domingo hizo un llamamiento a todos los partidos a trabajar por el país y a “construir puentes” para resolver los problemas de la economía y otros como la pobreza, mediante un Gobierno de “unidad nacional”.
“El próximo gobierno requiere de un gobierno de unidad nacional que lo haga para todos los costarricenses, que lleve el diálogo y respete la diferencia, y que sepa transformar el país”, anunció Carlos Alvarado.
El periodista alertó del “momento de complejidad pero también de oportunidad con grandes retos” que atraviesa Costa Rica en diversas áreas como la economía, el cambio climático, la movilidad, el transporte, la educación o la seguridad.
“Todas esas materias requieren de buenos programas, de buenas propuestas, de buenos equipos que saquen este país adelante y que recuperen ese lugar de liderazgo entre las naciones, y lo podemos conseguir, se puede estar ahí arriba”, aseveró.
Esto es especialmente importante, pues según las proyecciones de la elección, habrá una Asamblea Legislativa integrada por 57 diputados y fraccionada en al menos siete partidos, ninguno con una mayoría contundente.
El partido de Fabricio Alvarado obtiene 14 legisladores como la segunda fuerza en el Congreso por detrás del PLN (17), y por encima de su rival en segunda ronda, el PAC, que solo contabiliza 9 legisladores.
El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, aseguró que la jornada electoral transcurrió “sin incidencias ni perturbaciones”, y que los votantes “ratificaron su honda devoción democrática de nuestro pueblo”.
El funcionario pidió a los candidatos ganadores “sabiduría” y a los perdedores aceptar con “hidalguía democrática” los resultados.
El Tribunal no declarará un resultado oficialmente hasta que no termine el escrutinio definitivo de los votos, el cual comenzará el próximo martes.
En total 3,3 millones de costarricenses estuvieron convocados a las elecciones, de los cuales participaron el 66,20 por ciento.
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