SEÚL (EFE)-. Choi Soon-sil, conocida como la “Rasputina” surcoreana, fue condenada hoy a 20 años de cárcel y a pagar una multa de 18.000 millones de wones (13,4 millones de euros) por ser el cerebro de la trama de corrupción que escandalizó al país asiático.
Choi afronta esta pena como principal responsable de la amplia red de tráfico de influencias urdida supuestamente junto a la expresidenta Park Geun-hye, quien fue parte destituida y encarcelada en marzo del año pasado y que se encuentra a la espera del veredicto por el mismo caso.
La “Rasputina”, de 61 años y amiga íntima de Park, estaba acusada de 18 cargos, entre ellos abuso de poder, coacción y soborno, por los que la Fiscalía había solicitado una pena de 25 años y una multa de 125.000 millones de wones (unos 94 millones de euros).
Choi fue detenida en noviembre de 2016 al ser considerada la impulsora de la trama, a través de la cual intervino en asuntos de Estado -pese a que no ocupaba ningún cargo público- y extorsionó fondos a más de medio centenar de empresas que fueron a parar en buena parte a su fortuna personal.
Las empresas entregaban donaciones a fundaciones controladas por la “Rasputina” y de las que “obtenían pocos beneficios”, según la sentencia del Tribunal del Distrito Central de Seúl, que ha concluido que dichas transacciones “fueron resultado de la coerción ejercida por la expresidenta a petición de Choi”.
Entre las empresas extorsionadas se encontraban varios “chaebol”, los grandes conglomerados pertenecientes en su mayoría a clanes familiares como LG, Hyundai o el gigante Samsung, el mayor grupo empresarial del país.
El heredero y líder de esta corporación, Lee Jae-yong, había sido condenado a cinco años de cárcel en el marco del mismo caso, aunque la semana pasada un tribunal de apelación rebajó su pena a dos años y medio en suspensión, lo que le permitió abandonar la prisión.
En línea con la sentencia de hoy, los jueces consideraron que no había quedado probado que Samsung obtuviera favores gubernamentales dentro de la trama, aunque sí ratificaron la culpabilidad “de forma pasiva” de Lee por patrocinar el entrenamiento ecuestre de la hija de Choi, de 22 años, una exjinete de doma clásica.
El tribunal del Distrito Central de Seúl también condenó hoy a dos años y medio de cárcel al presidente del grupo Lotte, otro de los principales “chaebol” surcoreanos, por sobornar a la “Rasputina”
con una donación de 7.000 millones de wones (5,2 millones de euros).
Asimismo, el exsecretario presidencial An Chong-bum ha recibido una pena de seis años de prisión y una multa de 100 millones de wones (75.000 de euros) por aceptar sobornos dentro de la misma red de tráfico de influencias.
El escándalo conmocionó a la sociedad civil del país asiático en los últimos meses de 2016, fue motivo de multitudinarias manifestaciones casi diarias y precipitó la primera destitución de un jefe de Estado surcoreano en democracia, seguida del adelanto electoral en el que resultó elegido el liberal Moon Jae-in.
La “Rasputina” es hija de Choi Tae-min, líder de una secta religiosa fallecido en 1994, y quien se convirtió en mentor político de la expresidenta conservadora tras convencerla supuestamente de que era capaz de comunicarse con su madre asesinada en 1974.
La exmandataria, por su parte, permanece a la espera del desenlace de su juicio, que se espera para finales del próximo mes, y se ha negado repetidamente a comparecer ante el tribunal para declarar alegando problemas de salud.
Park, de 66 años, se enfrenta a penas de prisión de entre 10 años y cadena perpetua por su papel en la trama.
Choi afronta esta pena como principal responsable de la amplia red de tráfico de influencias urdida supuestamente junto a la expresidenta Park Geun-hye, quien fue parte destituida y encarcelada en marzo del año pasado y que se encuentra a la espera del veredicto por el mismo caso.
La “Rasputina”, de 61 años y amiga íntima de Park, estaba acusada de 18 cargos, entre ellos abuso de poder, coacción y soborno, por los que la Fiscalía había solicitado una pena de 25 años y una multa de 125.000 millones de wones (unos 94 millones de euros).
Choi fue detenida en noviembre de 2016 al ser considerada la impulsora de la trama, a través de la cual intervino en asuntos de Estado -pese a que no ocupaba ningún cargo público- y extorsionó fondos a más de medio centenar de empresas que fueron a parar en buena parte a su fortuna personal.
Las empresas entregaban donaciones a fundaciones controladas por la “Rasputina” y de las que “obtenían pocos beneficios”, según la sentencia del Tribunal del Distrito Central de Seúl, que ha concluido que dichas transacciones “fueron resultado de la coerción ejercida por la expresidenta a petición de Choi”.
Entre las empresas extorsionadas se encontraban varios “chaebol”, los grandes conglomerados pertenecientes en su mayoría a clanes familiares como LG, Hyundai o el gigante Samsung, el mayor grupo empresarial del país.
El heredero y líder de esta corporación, Lee Jae-yong, había sido condenado a cinco años de cárcel en el marco del mismo caso, aunque la semana pasada un tribunal de apelación rebajó su pena a dos años y medio en suspensión, lo que le permitió abandonar la prisión.
En línea con la sentencia de hoy, los jueces consideraron que no había quedado probado que Samsung obtuviera favores gubernamentales dentro de la trama, aunque sí ratificaron la culpabilidad “de forma pasiva” de Lee por patrocinar el entrenamiento ecuestre de la hija de Choi, de 22 años, una exjinete de doma clásica.
El tribunal del Distrito Central de Seúl también condenó hoy a dos años y medio de cárcel al presidente del grupo Lotte, otro de los principales “chaebol” surcoreanos, por sobornar a la “Rasputina”
con una donación de 7.000 millones de wones (5,2 millones de euros).
Asimismo, el exsecretario presidencial An Chong-bum ha recibido una pena de seis años de prisión y una multa de 100 millones de wones (75.000 de euros) por aceptar sobornos dentro de la misma red de tráfico de influencias.
El escándalo conmocionó a la sociedad civil del país asiático en los últimos meses de 2016, fue motivo de multitudinarias manifestaciones casi diarias y precipitó la primera destitución de un jefe de Estado surcoreano en democracia, seguida del adelanto electoral en el que resultó elegido el liberal Moon Jae-in.
La “Rasputina” es hija de Choi Tae-min, líder de una secta religiosa fallecido en 1994, y quien se convirtió en mentor político de la expresidenta conservadora tras convencerla supuestamente de que era capaz de comunicarse con su madre asesinada en 1974.
La exmandataria, por su parte, permanece a la espera del desenlace de su juicio, que se espera para finales del próximo mes, y se ha negado repetidamente a comparecer ante el tribunal para declarar alegando problemas de salud.
Park, de 66 años, se enfrenta a penas de prisión de entre 10 años y cadena perpetua por su papel en la trama.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario