Tokio (EFE)-. El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, pidió hoy perdón a Japón por la serie de accidentes con helicópteros militares que se han producido en la isla de Okinawa (sur) y que han vuelto a crear malestar entre sus ciudadanos.
La disculpa de Mattis a su homólogo japonés Itsunori Onodera se produce tras una serie de percances con equipos militares estadounidenses y tan sólo un día después del aterrizaje de emergencia de un helicóptero en una playa de Okinawa, según confirmó a Efe un portavoz del ministerio de Defensa nipón.
Onodera instó a Mattis a tomar medidas para que este tipo de accidentes no se vuelvan a repetir y a asegurarse de que se revisen los equipos militares, ante el creciente descontento de los residentes de la isla, que reclaman que la base estadounidense sea reubicada.
El pasado diciembre, un niño resultó herido en un colegio de Okinawa después de que cayera al patio la puerta de un helicóptero militar que volaba hacia una base cercana.
El descontento de la población local por la presencia de tropas de EE.UU. también se ha visto alimentado por los crímenes que han cometido miembros de las Fuerzas Armadas en la región y trabajadores de sus bases, entre ellos varias violaciones y asesinatos.
La mayoría de la población de Okinawa -que alberga más del 70 % de las instalaciones militares de EEUU en Japón y más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos estadounidenses en este país- ha solicitado que la base sea trasladada fuera de su territorio.
La disculpa de Mattis a su homólogo japonés Itsunori Onodera se produce tras una serie de percances con equipos militares estadounidenses y tan sólo un día después del aterrizaje de emergencia de un helicóptero en una playa de Okinawa, según confirmó a Efe un portavoz del ministerio de Defensa nipón.
Onodera instó a Mattis a tomar medidas para que este tipo de accidentes no se vuelvan a repetir y a asegurarse de que se revisen los equipos militares, ante el creciente descontento de los residentes de la isla, que reclaman que la base estadounidense sea reubicada.
El pasado diciembre, un niño resultó herido en un colegio de Okinawa después de que cayera al patio la puerta de un helicóptero militar que volaba hacia una base cercana.
El descontento de la población local por la presencia de tropas de EE.UU. también se ha visto alimentado por los crímenes que han cometido miembros de las Fuerzas Armadas en la región y trabajadores de sus bases, entre ellos varias violaciones y asesinatos.
La mayoría de la población de Okinawa -que alberga más del 70 % de las instalaciones militares de EEUU en Japón y más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos estadounidenses en este país- ha solicitado que la base sea trasladada fuera de su territorio.
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