LA HABANA (EFE)-. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, resaltó ayer el “papel integrador” de la Alba en América y el Caribe y la influencia positiva del mecanismo de concertación tras trece años de creado, al tiempo que denunció la “persecución obsesiva y activa” de Estados Unidos hacia su país.
Maduro, que llegó este jueves a La Habana desde Turquía, pronunció un discurso que se prolongó más de una hora y cerró el acto por el aniversario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), al que asistió además el mandatario cubano, Raúl Castro.
En su intervención, el gobernante venezolano recordó el primer encuentro, en 1994, de los fallecidos Hugo Chávez y Fidel Castro, dos “gigantes” que “marcaron el camino” de la región al fundar el organismo, el 14 de diciembre de 2004, como una alternativa al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), impulsada por EE.UU.
“Bajo el liderazgo de Cuba y Venezuela, la Alba ayudó a crear la cercanía necesaria para fundar otros mecanismos de integración, entre ellos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), llamada a marcar el futuro de la región”, destacó.
Entre los logros de la Alianza, integrada por 11 naciones, Maduro mencionó varios programas sociales que han tenido como meta “la felicidad de los humildes”, entre ellos proyectos dedicados a llevar la salud, el deporte y la educación a sectores desfavorecidos.
“Somos los continuadores, los constructores del mundo que se fundé desde hace trece años en una Alianza poderosa de esperanza, de integración. (...) Todo el camino de la libertad social, política, cultural y económica del continente está por hacer”, señaló.
El presidente venezolano advirtió sobre el levantamiento de “nuevas fuerzas neoliberales” en la región, que “hoy ha tomado un aliento muy especial con la llegada e instalación de la derecha extremista en los órganos principales de poder de Estados Unidos”.
“Si se ve lo que viene sucediendo, las agresiones contra Venezuela, (se notará) la persecución obsesiva, enfermiza contra los bolivarianos. Poco se conoce lo que hacen todos los días para tratar de asfixiarnos económicamente. El imperialismo no ha podido asfixiarnos, ni podrá con la revolución bolivariana”, aseguró.
Insistió en que este “recrudecimiento” del bloqueo a su país, que definió como “obsesión, persecución activa al comercio, a las cuentas bancarias, a los movimientos financieros”, lo ha vivido Cuba por más de 55 años.
En su intervención, el mandatario se solidarizó con los expresidentes brasileños Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva y con la exmandataria argentina Cristina Fernández, una “mujer honesta y honrada” a la que se persigue para tratar de “acabar con su legado”.
Todos ellos han sido encausados por la justicia de sus países en los últimos años por diferentes asuntos.
Maduro también se refirió a la actual crisis en Honduras y aunque arremetió nuevamente contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y su presidente Luis Almagro -el “señorito basura”- reconoció que “hasta la inefable OEA” admitió el “fraude electoral nunca antes visto” que se produjo en ese país centroamericano.
Además, denunció la “campaña permanente”, “orquestada” por la BBC y la CNN, medios de prensa internacionales cuya cobertura sobre la realidad venezolana tachó de “desastre”.
“Le hago seguimiento personal a la forma como ellos manipulan y desfiguran la realidad de Venezuela y el devenir de la revolución”, sentenció.
Finalmente defendió las “tres grandes victorias del chavismo” en “apenas 140 días”: la instauración de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente -que significó “la llegada de la paz” tras días de violencia- y las mayorías alcanzadas en las recientes elecciones de gobernadores y alcaldes.
“Frente a la arremetida imperialista de EE.UU., que monitorea a la derecha opositora, la revolución bolivariana les ha dado una lección con el apoyo del pueblo, con votos, con más democracia”, dijo.
Maduro, que llegó este jueves a La Habana desde Turquía, pronunció un discurso que se prolongó más de una hora y cerró el acto por el aniversario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), al que asistió además el mandatario cubano, Raúl Castro.
En su intervención, el gobernante venezolano recordó el primer encuentro, en 1994, de los fallecidos Hugo Chávez y Fidel Castro, dos “gigantes” que “marcaron el camino” de la región al fundar el organismo, el 14 de diciembre de 2004, como una alternativa al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), impulsada por EE.UU.
“Bajo el liderazgo de Cuba y Venezuela, la Alba ayudó a crear la cercanía necesaria para fundar otros mecanismos de integración, entre ellos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), llamada a marcar el futuro de la región”, destacó.
Entre los logros de la Alianza, integrada por 11 naciones, Maduro mencionó varios programas sociales que han tenido como meta “la felicidad de los humildes”, entre ellos proyectos dedicados a llevar la salud, el deporte y la educación a sectores desfavorecidos.
“Somos los continuadores, los constructores del mundo que se fundé desde hace trece años en una Alianza poderosa de esperanza, de integración. (...) Todo el camino de la libertad social, política, cultural y económica del continente está por hacer”, señaló.
El presidente venezolano advirtió sobre el levantamiento de “nuevas fuerzas neoliberales” en la región, que “hoy ha tomado un aliento muy especial con la llegada e instalación de la derecha extremista en los órganos principales de poder de Estados Unidos”.
“Si se ve lo que viene sucediendo, las agresiones contra Venezuela, (se notará) la persecución obsesiva, enfermiza contra los bolivarianos. Poco se conoce lo que hacen todos los días para tratar de asfixiarnos económicamente. El imperialismo no ha podido asfixiarnos, ni podrá con la revolución bolivariana”, aseguró.
Insistió en que este “recrudecimiento” del bloqueo a su país, que definió como “obsesión, persecución activa al comercio, a las cuentas bancarias, a los movimientos financieros”, lo ha vivido Cuba por más de 55 años.
En su intervención, el mandatario se solidarizó con los expresidentes brasileños Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva y con la exmandataria argentina Cristina Fernández, una “mujer honesta y honrada” a la que se persigue para tratar de “acabar con su legado”.
Todos ellos han sido encausados por la justicia de sus países en los últimos años por diferentes asuntos.
Maduro también se refirió a la actual crisis en Honduras y aunque arremetió nuevamente contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y su presidente Luis Almagro -el “señorito basura”- reconoció que “hasta la inefable OEA” admitió el “fraude electoral nunca antes visto” que se produjo en ese país centroamericano.
Además, denunció la “campaña permanente”, “orquestada” por la BBC y la CNN, medios de prensa internacionales cuya cobertura sobre la realidad venezolana tachó de “desastre”.
“Le hago seguimiento personal a la forma como ellos manipulan y desfiguran la realidad de Venezuela y el devenir de la revolución”, sentenció.
Finalmente defendió las “tres grandes victorias del chavismo” en “apenas 140 días”: la instauración de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente -que significó “la llegada de la paz” tras días de violencia- y las mayorías alcanzadas en las recientes elecciones de gobernadores y alcaldes.
“Frente a la arremetida imperialista de EE.UU., que monitorea a la derecha opositora, la revolución bolivariana les ha dado una lección con el apoyo del pueblo, con votos, con más democracia”, dijo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario