MEXICO (AP) — El grupo de expertos internacionales que investiga lo sucedido con los 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México afirmó el lunes que fotos tomadas por satélites no muestran ningún rastro de fuego en el basurero la noche en la que supuestamente se les asesinó y quemó en el lugar.
Los expertos ya habían dicho en el pasado que no creían en la versión oficial de los hechos. El entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, calificó como "verdad histórica" que sicarios de los Guerreros Unidos recibieron a los estudiantes de manos de policías municipales de la ciudad de Iguala, los trasladaron al basurero de Cocula, a pocos kilómetros y allí los asesinaron e incineraron.
Pero los datos satelitales consultados por el Grupo de expertos nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dicen que ni el 26 ni el 27 de septiembre de 2014 se registró ningún gran incendio en la zona de Cocula y además que en esos días llovió. Hubo un incendio. Pero fue en otra zona del estado de Guerrero.
Pero dos de los estudiantes desaparecidos entones fueron identificados gracias a sofisticados análisis de ADN realizados a restos de huesos quemados y triturados que aparecieron en un río cercano al basurero.
El grupo de expertos, que leyó un comunicado la mañana del lunes, no ve necesario realizar más análisis en el basurero y se reconsidere una vía de investigación que tiene que ver con un quinto autobús tomado por los normalistas que no fue tomado en cuenta por la investigación oficial y que podría tener que ver con el móvil de los hechos.
Los normalistas acostumbran a tomar autobuses de líneas comerciales para sus desplazamientos colectivos a marchas y protestas.
El estado de Guerrero, donde desaparecieron, es una plataforma de producción y distribución de goma de opio. Hay autobuses que viajan a diario desde la zona en la que los estudiantes tomaron los vehículos, hasta los Estados Unidos.
El Grupo de expertos también ha insistido en la importancia de entrevistar a miembros del 27 batallón del ejército, de servicio en Iguala la noche del secuestro y desaparición de los estudiantes y expresó preocupación por los datos suministrados por la fiscalía mexicana de que el 70% de los 115 detenidos en relación con este caso han presentado lesiones que pueden corresponder a malos tratos o torturas.
Los expertos ya habían dicho en el pasado que no creían en la versión oficial de los hechos. El entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, calificó como "verdad histórica" que sicarios de los Guerreros Unidos recibieron a los estudiantes de manos de policías municipales de la ciudad de Iguala, los trasladaron al basurero de Cocula, a pocos kilómetros y allí los asesinaron e incineraron.
Pero los datos satelitales consultados por el Grupo de expertos nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dicen que ni el 26 ni el 27 de septiembre de 2014 se registró ningún gran incendio en la zona de Cocula y además que en esos días llovió. Hubo un incendio. Pero fue en otra zona del estado de Guerrero.
Pero dos de los estudiantes desaparecidos entones fueron identificados gracias a sofisticados análisis de ADN realizados a restos de huesos quemados y triturados que aparecieron en un río cercano al basurero.
El grupo de expertos, que leyó un comunicado la mañana del lunes, no ve necesario realizar más análisis en el basurero y se reconsidere una vía de investigación que tiene que ver con un quinto autobús tomado por los normalistas que no fue tomado en cuenta por la investigación oficial y que podría tener que ver con el móvil de los hechos.
Los normalistas acostumbran a tomar autobuses de líneas comerciales para sus desplazamientos colectivos a marchas y protestas.
El estado de Guerrero, donde desaparecieron, es una plataforma de producción y distribución de goma de opio. Hay autobuses que viajan a diario desde la zona en la que los estudiantes tomaron los vehículos, hasta los Estados Unidos.
El Grupo de expertos también ha insistido en la importancia de entrevistar a miembros del 27 batallón del ejército, de servicio en Iguala la noche del secuestro y desaparición de los estudiantes y expresó preocupación por los datos suministrados por la fiscalía mexicana de que el 70% de los 115 detenidos en relación con este caso han presentado lesiones que pueden corresponder a malos tratos o torturas.
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