Impedir u obstaculizar que se preste la ayuda humanitaria a las personas que lo necesitan, como están haciendo actualmente los rebeldes de la región ucraniana de Lugansk, puede constituir un crimen contra la humanidad, según la ONU.
“Actualmente, la guerra militar en Ucrania se ha convertido en una guerra humanitaria”, dijo a la prensa el secretario general adjunto para asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Ivan Simonovic, quien hoy presentó ante el Consejo de Derechos Humanos una actualización sobre la situación en el país.
“Obstaculizar o impedir la entrega de ayuda humanitaria, en algunas ocasiones, puede constituir no sólo una violación de la ley humanitaria internacional sino un crimen contra la humanidad”, agregó Simonovic.
La semana pasada la ONU denunció que los rebeldes que controlan Lugansk ordenaron a todas las agencias del organismo dejar ese área inmediatamente.
Asimismo, las agencias de la ONU suspendieron sus actividades en Donetsk, también en el este de Ucrania, a la espera de una decisión de los separatistas sobre el futuro de su presencia allí.
Simonovic recordó que las autoridades de facto en Lugansk y Donetsk tienen la obligación de permitir y facilitar un acceso sin impedimentos a la asistencia humanitaria.
Asimismo, el diplomático explicó que la ausencia de la presencia de los humanitarios ya tiene un impacto real en los tres millones de personas que viven en esas regiones.
“Hay niños que no han recibido medicinas contra la epilepsia; actualmente hay un brote de polio y, en cambio, Unicef no ha podido distribuir 90.000 dosis de la vacuna; hay 8.000 personas que no han recibido sus antirretrovirales”, indicó.
El secretario general adjunto, además, recordó que las agencias humanitarias estaban preparándose para poder ayudar a los necesitados a afrontar el invierno, algo que por ahora se ha suspendido.
“Hay algo aún peor, si las agencias se marchan a otra emergencia, aunque después les digan que pueden volver, tardarán entre dos y tres meses en poder hacerlo”.
Por otra parte, Simonovic criticó de nuevo la decisión del Gobierno ucraniano de suspender los servicios sociales en las áreas controladas por los rebeldes y recordó que con la partida del personal humanitario, estas personas quedan ahora a merced de lo que puedan ofrecer los rebeldes.
Hasta la fecha, 8.050 personas han muerto en un año y medio de conflicto separatista en Ucrania, aunque Simonovic advirtió que esta cifra es una estimación a la baja.
“Actualmente, la guerra militar en Ucrania se ha convertido en una guerra humanitaria”, dijo a la prensa el secretario general adjunto para asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Ivan Simonovic, quien hoy presentó ante el Consejo de Derechos Humanos una actualización sobre la situación en el país.
“Obstaculizar o impedir la entrega de ayuda humanitaria, en algunas ocasiones, puede constituir no sólo una violación de la ley humanitaria internacional sino un crimen contra la humanidad”, agregó Simonovic.
La semana pasada la ONU denunció que los rebeldes que controlan Lugansk ordenaron a todas las agencias del organismo dejar ese área inmediatamente.
Asimismo, las agencias de la ONU suspendieron sus actividades en Donetsk, también en el este de Ucrania, a la espera de una decisión de los separatistas sobre el futuro de su presencia allí.
Simonovic recordó que las autoridades de facto en Lugansk y Donetsk tienen la obligación de permitir y facilitar un acceso sin impedimentos a la asistencia humanitaria.
Asimismo, el diplomático explicó que la ausencia de la presencia de los humanitarios ya tiene un impacto real en los tres millones de personas que viven en esas regiones.
“Hay niños que no han recibido medicinas contra la epilepsia; actualmente hay un brote de polio y, en cambio, Unicef no ha podido distribuir 90.000 dosis de la vacuna; hay 8.000 personas que no han recibido sus antirretrovirales”, indicó.
El secretario general adjunto, además, recordó que las agencias humanitarias estaban preparándose para poder ayudar a los necesitados a afrontar el invierno, algo que por ahora se ha suspendido.
“Hay algo aún peor, si las agencias se marchan a otra emergencia, aunque después les digan que pueden volver, tardarán entre dos y tres meses en poder hacerlo”.
Por otra parte, Simonovic criticó de nuevo la decisión del Gobierno ucraniano de suspender los servicios sociales en las áreas controladas por los rebeldes y recordó que con la partida del personal humanitario, estas personas quedan ahora a merced de lo que puedan ofrecer los rebeldes.
Hasta la fecha, 8.050 personas han muerto en un año y medio de conflicto separatista en Ucrania, aunque Simonovic advirtió que esta cifra es una estimación a la baja.
ONU: Impedir ayuda a personas necesitadas puede ser un crimen contra la humanidad
Reviewed by Noticias del Noroeste
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martes, septiembre 29, 2015
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