Científicos en California crean un “decodificador de cerebro que puede leer los pensamientos”

Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han inventado un dispositivo decodificador de cerebros que es capaz de descubrir los pensamientos, basado en la actividad de las neuronas dentro del cerebro. Esencialmente, este sistema experimental significa que sus pensamientos ya no son “tan privados”.

Los investigadores invitaron a los participantes de la prueba a leer el pasaje de un texto en voz alta y luego otra vez en sus mentes, monitoreando la actividad cerebral para buscar patrones vinculados.

Esta creación va más allá de espiar en los pensamientos secretos de la gente, ya que podría ser un invaluable método de comunicación para las personas que han perdido la habilidad de hablar por cualquier motivo. Esto sin contar que podríamos encontrarnos a nosotros mismos controlando teléfonos inteligentes, computadoras y otro dispositivos solo con el poder de nuestra mente.

El vocero de la Universidad de California, Brian Pasley detalló a New Scientist que “si estás leyendo un texto en un periódico o libro, oyes una voz en tu propia cabeza (…) Estamos tratando de decodificar la actividad cerebral relacionada con esa voz para crear una prótesis médica que pueda permitir que alguien que esté paralizado o encerrado pueda hablar”.

Pasley y su equipo basaron su trabajo en la hipótesis de que oir palabras en nuestra cabeza causa la misma clase de actividad cerebral que al oirlas en voz alta.

El hardware requerido para este sofisticado decodificador está aún en etapa de desarrollo y no es lo suficientemente preciso para ser usado fuera del laboratorio, sin embargo, las señales son prometedoras. “Tenemos datos premilinares y estamos trabajando en mejorarlos”, dijo Pasley. Los investigadores también están buscando los efectos que tiene en el cerebro escuchar música.

Por el momento, esta tecnología solo funciona si el sujeto ha sido monitoreado cuidadosamente por algún tiempo, y los algoritmos que sustentan el sistema puede variar de persona a persona.