¿Podría detenerse el brote de ébola con análisis de inmensas cantidades de datos?
Un número creciente de científicos dedicados al estudio de datos a gran escala cree que sí.
Los teléfonos móviles, usados masivamente incluso en los países más
pobres de África, están demostrando ser una rica fuente de datos.
La empresa de celulares Orange Telecom en Senegal ha entregado datos
de voz y de texto anónimos a partir de 150.000 teléfonos móviles a
Flowminder, una organización sin fines de lucro en Suecia que fue capaz
de elaborar mapas detallados de los movimientos típicos de la población
en la región.
Con esto, las autoridades podrían ver dónde están los mejores puntos
geográficos para establecer centros de tratamiento y las formas más
eficaces para restringir los viajes en un intento de contener la
enfermedad, que ha dejado más de 4.000 muertos en África Occidental, aún
cuando esto sea controversial.
Inconveniente
El inconveniente de estos datos es que no son actuales y las
autoridades tendrían que ser capaces de trazar los movimientos en tiempo
real.
Además, los movimientos de población tienden a cambiar durante una epidemia.
Esta es la razón por la cual los Centros para el Control y Prevención
de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés) también están
recogiendo la actividad de teléfonos celulares a partir de los datos de
los operadores móviles y realizando mapas de dónde provienen la mayoría
de las llamadas a los centros de ayuda.
Un repentino aumento de llamadas a una línea de ayuda de un área en
particular podría sugerir un brote y alertar a las autoridades para
dirigir más recursos a ese lugar.
La empresa especializada en mapeo Esri está ayudando a los CDC a
visualizar estos datos y superponer otras fuentes existentes
provenientes de los censos para construir una imagen general más
completa.
El nivel de actividad en cada antena de telefonía móvil también da
una especie de mapa de calor en relación a dónde está la gente y lo más
importante, hacia dónde se están moviendo.
“Nunca habíamos tenido datos anónimos a esta escala”, dice Nuria
Oliver, directora científica de la compañía de telefonía móvil
Telefónica.
“El impacto más positivo que podemos tener es ayudar a las
organizaciones de socorro y a los gobiernos a anticipar cómo es probable
que se propague una enfermedad”, asevera.
“Hasta ahora tenían que confiar en la información anecdótica, hospitalaria, sobre el terreno, encuestas e informes policiales”.
Lecciones del cólera
Este tipo de análisis de datos de teléfonos ya se ha aplicado con éxito a otras crisis de salud.
Por ejemplo, en 2010, después del terremoto en Haití, un equipo
conjunto de investigación del Instituto Karolinska en Suecia y la
Universidad de Columbia en EE.UU., analizó datos de llamadas telefónicas
de dos millones de celulares en la red de Digicel Haití.
Esto permitió a Naciones Unidas y otros organismos humanitarios a
entender los movimientos de población durante las operaciones de socorro
y durante el brote de cólera posterior, lo que se tradujo en asignar
los recursos de manera más eficiente e identificar las áreas en mayor
riesgo de nuevos brotes de cólera.
El análisis de los datos de 15 millones de teléfonos también se está
utilizando para trazar y predecir la propagación de la malaria en Kenia.
Sin embargo, Oliver aclara que los datos de celulares sólo “dan una imagen parcial de lo que está pasando”.
¿Medidas eficaces?
Para obtener una visión más completa, se necesitan más fuentes de
datos y la capacidad de analizarlos de forma rápida, dicen los expertos.
“El análisis de grandes datos tiene por objeto agrupar muchas fuentes
de información diferentes con la finalidad de encontrar patrones,” dice
Frances Dare, director gerente de Accenture Health.
“Tenemos clínicas, informes médicos, informes de prensa, comentarios
en las redes sociales, información de trabajadores públicos de salud
sobre el terreno, datos transaccionales de minoristas y farmacias,
compra de boletos de viaje, datos de las llamadas a líneas de ayuda, así
como el seguimiento geoespacial”.
Este análisis también se puede utilizar para medir si las políticas
de contención, las campañas de educación y los tratamientos están
funcionando, argumenta Peder Jungck, jefe de tecnología de la división
de seguridad e inteligencia de BAE Systems.
“Por ejemplo, los médicos pueden ver qué porcentaje de la población
está tomando las precauciones adecuadas para reducir al mínimo la
propagación de la enfermedad y qué porcentaje está ignorándolas mediante
el análisis conjunto de grandes datos, tales como las redes sociales en
las poblaciones de alto riesgo”, dice.
“En el caso del ébola, el estudio conjunto de grandes datos también
podría analizar los posibles retos de saneamiento y si los factores
ambientales regionales, tales como el clima, que podrían afectar la
velocidad con la que se propaga la enfermedad”.
Propagación transfronteriza
En la era de los viajes internacionales es mucho más fácil que las
enfermedades se propaguen, sobre todo cuando tienen un período de
incubación de hasta 21 días, como el caso del ébola.
Por ello, Europa y EE.UU. están en estado de alerta e implementando programas de detección en algunos aeropuertos.
En la era digital, el seguimiento de los movimientos de personas potencialmente infectadas es mucho más fácil.
“Puertos, datos de tren y avión, así como el reconocimiento de
matrículas, pueden potencialmente ayudar a ubicar a personas infectadas e
identificar a quiénes pudieron haber entrado en contacto con estas
personas”, dice David Bolton, director de cuidado de la salud en la
empresa de análisis de grandes datos Qlik, que está desarrollando una
aplicación para rastrear el virus del Ébola.
Los analistas también están mejorando su capacidad para detectar las
tendencias en la actividad de motores de búsqueda y redes sociales.
Google Flu Trends ha estado intentando predecir los brotes de gripe
en base a la frecuencia con que la gente usa términos clave en sus
búsquedas.
Sin embargo, se ha demostrado que esta herramienta es a veces inexacta.La salud pública es un tema transnacional y empieza en los aeropuertos.
Otros métodos que hacen uso de una gama mucho más amplia de datos en conjunto, están teniendo más éxito.
Por ejemplo, la consultora de negocios Accenture, la compañía
especialista en grandes datos SAS y la Universidad de Carolina del Norte
en EE.UU., dicen que pudieron predecir la temporada de la gripe 2012-13
tres meses antes de que los CDC emitieran su advertencia oficial.
“Mediante el análisis de las redes sociales, como blogs, foros en
línea y Twitter, podemos encontrar señales de alerta temprana de eventos
de salud,” dice Frances Dare de la consultora Accenture.
“Hemos reducido el número de palabras clave que indican síntomas de
la gripe a 152, mapeado dónde se estaban utilizando estas palabras y
prediciendo un brote de gripe casi dos meses antes de que los datos
oficiales se dieran a conocer en 2013″.
“Estamos aprendiendo”
En resumen, los análisis de grandes datos están siendo aplicados a todos los niveles para combatir la propagación del ébola.
Pero como admite David Bolton de Qlik: “Estamos aprendiendo todo esto
desde el principio, nunca hemos tenido este nivel de datos antes”.
“Así que es probable que sea demasiado pronto para decir si el
análisis de grandes datos está teniendo un impacto significativo en la
tasa de propagación de la enfermedad”.
“Pero al menos está ayudando a decidir dónde asignar nuestros recursos”.
(Fuente: BBC)
Cómo los celulares pueden ser el peor enemigo del ébola
Reviewed by Noticias del Noroeste
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jueves, octubre 16, 2014
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