Dos días después de su tenso segundo debate, Obama y Romney compartieron
mesa en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, en una cena benéfica
que, desde 1960, reúne tradicionalmente a los candidatos para relajar
los ataques a unos días de las elecciones.
Romney fue el primero en dirigirse al público y lo hizo con una
referencia a su atuendo, un esmoquin negro con pajarita blanca casi
idéntico al que llevaba Obama.
"Una campaña requiere muchos cambios de vestuario: tejanos por la
mañana, traje por la tarde... Es un alivio poder relajarme finalmente y
llevar lo que (mi mujer) Ann y yo llevamos para estar por casa", bromeó
el acaudalado exgobernador de Massachussetts.
El candidato giró rápidamente los ataques contra su rival en las
elecciones, al lamentar que Obama no trajera a la cena al vicepresidente
Joe Biden, "porque se ríe con cualquier cosa", en alusión a la
constante sonrisa que el "número dos" lució durante el debate
vicepresidencial contra el republicano Paul Ryan.
Seguro de sí mismo, Romney aseguró que Obama "está en los últimos meses
de su presidencia" y recordó que ambos tienen personas en las que
apoyarse. "Yo tengo a mi preciosa mujer Ann, él tiene a (el expresidente
de EE.UU.) Bill Clinton", agregó.
Romney también describió cómo "se prepara" para los debates, de los que el último tendrá lugar el lunes en Boca Ratón (Florida).
"Primero, evito beber alcohol durante 66 años", dijo en referencia a su
fe mormona. "Después, busco a la figura más alta que pueda y la ataco
sin piedad. Abelardo no se lo esperaba", indicó en alusión al personaje
al que aludió en el primer debate, cuando prometió que cortaría fondos a
la cadena pública PBS.
"En honor a Plaza Sésamo, las palabras del presidente hoy estarán
patrocinadas por la letra O y el número 16 billones (volumen de deuda
pública de EE.UU.)", dijo Romney desatando una enorme ovación.
Obama arrancó su discurso con un "por favor tomen sus asientos o Clint
Eastwood gritará hacia ellos", para después centrar la mayoría de sus
chistes en su mala actuación en el primer debate presidencial.
"Tenía más energía en el segundo debate. Me sentía muy descansado tras
la larga siesta que me eché durante el primero", rio el mandatario,
quien anunció que, para el debate final, había decidido usar "la misma
estrategia de preparación que en el primero".
"Es broma, es broma. Sólo quería ver a (su asesor David) Axelrod sudar un poco", añadió.
Igual que en su cena de 2008 con John McCain, Obama recurrió a su segundo nombre, Hussein, para los chistes.
"Romney y yo tenemos cosas en común, como nuestros nombres raros. Mitt
es en realidad su segundo nombre. Ojalá yo pudiera usar el mío", apuntó.
No todo fue autocrítica para Obama, que no dudó en recordar que tiene
una ventaja en el debate del lunes, centrado únicamente en política
exterior.
"Puedo adelantar algo: Acabamos con Bin Laden", subrayó el mandatario,
que también comparó su visita a Europa en 2008, cuando era candidato,
con la que Romney hizo allí este verano.
"Me atacaron como a un famoso, porque era muy popular entre nuestros
aliados del otro lado del charco. Estoy impresionado con lo bien que el
exgobernador Romney ha evitado ese problema", afirmó.
Ambos cerraron sus discursos con comentarios amables, con Romney
recordando que Obama tiene "muchas cualidades y una preciosa familia que
haría que cualquier hombre esté orgulloso" y el mandatario diciendo que
admira a su rival "como hombre de familia y padre, dos títulos que
cuentan más que los políticos".
A la cena asistieron políticos como el gobernador de Nueva York, Andrew
Cuomo, objeto de bromas de ambos candidatos sobre sus intenciones
presidenciales, y miembros de la Iglesia católica, que esperaba recaudar
con la cena 5 millones de dólares para actos de caridad.
Un sarcástico Romney intercambia bromas con un autocrítico Obama
Reviewed by Noticias del Noroeste
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viernes, octubre 19, 2012
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