Hoy es el Día Mundial del Agua, más que una celebración es un llamado de atención a la conciencia sobre el uso y abuso de este recurso natural que sustenta la vida. El 22 de diciembre de 1992 la ONU aprobó una resolución declarando el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, en la que además propone a las naciones aumentar sus esfuerzos en favor de la conservación de los recursos hídricos.
En este 2012, entre el 12 y el 17 de marzo, también se llevó a cabo el Foro Mundial del Agua, celebrado cada tres años. Las cifras expuestas en este cónclave son poco alentadoras y advierten sobre el aumento de la población mundial para 2050, estimado en 3,000 millones más, con el consecuente incremento en la demanda de energía y recursos que amenazan la cantidad y calidad del agua disponible.
Un estudio realizado por “The Nature Conservancy” reveló recientemente que en la actualidad 2,700 millones de personas sufren de “escasez de agua al menos durante un mes de cada año”, para este estudio se realizaron mediciones en 405 cuencas hidrográficas del mundo, durante cuatro años; del total, en 223 el consumo supera al menos un mes al año la disponibilidad de agua y en 35 la escasez del líquido dura más de 6 meses por año.
El agua es un elemento esencial para la vida, en algunas plantas supera el 90% de su composición y en un ser humano entre un 55 y 75%, dependiendo de su contextura física. Para realizar todas sus funciones con normalidad el cuerpo humano requiere un promedio de siete litros de agua por día, aunque ésta se obtiene de diferentes fuentes. Además del agua para beber, el ser humano la consume en asuntos domésticos, la limpieza personal y de su entorno y la producción agrícola e industrial. Se estima que las actividades humanas acaparan el 54% del agua dulce superficial en el mundo.
República Dominicana aparece en la posición número 123 entre 193 países clasificados por la Unesco según la disponibilidad de agua, que en el país es de 3,228 metros cúbicos por habitante al año, una disponibilidad media y con una fuerte presión sobre los recursos hídricos en algunas regiones como las del Yaque del Norte y el Yaque del Sur, donde se supera ampliamente el 40% considerado una fuerte presión.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) indican que la producción de alimentos en República Dominicana absorbe el 72% del agua disponible y otro 6% la pecuaria, sólo el 7% es usado para agua potable. Su director, Frank Rodríguez, ha señalado que, según los datos obtenidos del diagnóstico del Plan Hidrológico Nacional, la disponibilidad de agua no es holgada.
Pero el problema no es sólo de cantidad, sino también de calidad. En los ríos dominicanos la preocupación tradicional fueron los contaminantes orgánicos, pero la presencia de detergentes, aceites, grasas, nitratos, metales y otras sustancias tóxicas aumenta. Como resultado, el proceso natural de recuperación se hace más lento con graves consecuencias para el ecosistema; además obliga al tratamiento de las aguas, a costos más elevados, tanto para su uso doméstico como industrial.
Opinión
“Falta ordenamiento sobre los recursos hídricos”
Luis Carvajal
Ecologista de la Academia de Ciencias
El agua es el eje articulador de la economía de un país, el nuestro está en una isla montañosa con numerosos acuíferos, que se encuentran afectados por la extracción de materiales y las concesiones mineras”, sostiene el ecologista Luis Carvajal, de la Academia de Ciencias y la Comisión Ambiental de la UASD. “Las concesiones mineras representan la mayor amenaza para los recursos hídricos”. Los ríos Soca y Neita se encuentran afectados por una concesión minera, así como el río Yuna, el Yaque y los principales afluentes que alimentan la presa de Rincón.
En la misma situación está Loma Siete Picos, donde nacen más de 10 ríos, entre los que se cuentan el río Ozama, el Isabela y Haina. Reconoce que el INDRHI realiza grandes esfuerzos y que en el país se maneja un discurso sobre un Plan Hídrico Nacional, pero que todavía no se hace lo suficiente. “Falta ordenamiento sobre los recursos hídricos”.
Detalla que entre los 500 y 600 metros de altura debería ser el límite permitido para la explotación minera, pero en el país hay 17 concesiones por encima de los 1,800 metros. “Todo el mundo es consciente de la importancia del agua”, dice.
Entiende que la gente percibe los efectos del daño ambiental, pero hace conciencia de la relación que guardan entre sí algunos fenómenos como el aumento de las estaciones de sequía y los incendios forestales son más frecuentes. (Fuente: El Caribe)
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