El acuerdo, calificado por Abinader como “pacto de las corbatas amarillas por la educación”, plantea que de llegar al poder Mejía se compromete a priorizar la inversión en el sector educativo para que reciba los recursos como se establece en la Ley General de Educación, que consigna al sector un 4% del Producto Interno Bruto (PIB) o un 16% del presupuesto nacional.
Mejía aseguró que Abinader le aporta la juventud y la renovación para ganar la candidatura presidencial del PRD, y que con él y su equipo encontró una plena coincidencia en sus propuestas “de qué hacer y cómo hacerlo para que el país funcione”.
El ex mandatario acusó al Poder Ejecutivo de apoderarse de las instituciones que deben fiscalizarlo y controlarlo, y consideró que las instituciones públicas son cada día más débiles y sin credibilidad.
Sostuvo que el gobierno es incapaz de resolver la crisis energética, de combatir la pobreza y garantizar seguridad a la población.
“El gobierno mantiene un centralismo abusivo en las pocas inversiones públicas que realiza. Para el presidente las provincias no existen”, expuso.
Abinader dijo que declinó su precandidatura tras evaluar encuestas y percatarse que Mejía es el “líder que conoce los caminos del triunfo que sabe que hay que concertar adentro y afuera para ganar, que está abierto a escuchar y a comprometerse con nuevas ideas”.
Resaltó que el presidente Leonel Fernández ha desarrollado un “peligroso culto a la personalidad, haciéndose llamar maestro, guía y líder y presentándose como el hombre del destino” pero “sólo podría ser maestro de la ineficiencia, el guía del despilfarro y el líder del endeudamiento”.
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